13. "¿Celos?"

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Año 2401, Febrero
Siglo XXV.
100 años después de la guerra.
Lo que alguna vez fue Estados Unidos.
Queens.

La fiesta resulta ser en el jardín de la casa de los esposos. Ha sido una boda muy linda y muy tranquila.

Malaia y Thomas parecen estar muy enamorados.

Los veo de lejos, Thomas tiene una botella en la mano y Malaia está sentada en su regazo hablando con alguien que tiene al frente.

- Siempre son así. - Susurra Seth detrás de mí.

Me volteo a verlo y me sonríe.

- ¿Quieres bailar? - Pregunto.

- Claro, ya hacia falta que lo preguntaras. - Sonríe y se levanta.

Lo sigo y entre la gente comenzamos a bailar, es un baile lento, nada del otro mundo.

- Sabes... Me gustas mucho. - Susurra Seth en mi oído, bajando más su mano de mi cintura.

- Se nota. - Asiento con una sonrisa.

Él me da una mirada divertida y me pega a su cuerpo. Cierro los ojos mientras bailamos, qué paz.

Algo interrumpe mi paz al tener la sensación de que alguien me ve. Abro los ojos y a lo lejos veo a Laia viéndonos.

La chica es muy bonita, sus ojos son oscuros, como su piel y su cabello. Tiene un vestido negro precioso con las mangas del vestido por debajo de los hombros. El vestido es pegado a su cuerpo, hasta los tobillos, donde empieza ser suelto y largo.

Seth se detiene en seco y yo me alejo de su hombro para verlo.

- ¿Qué? - Pregunto, incrédula.

- Creo que Ferran quiere conversar contigo. - Suelta tan hostil.

Frunzo el ceño y veo hacia donde Seth tiene su mirada.

Ferran está de pie a unos cuántos metros de nosotros con los brazos cruzados, el traje de pega a su cuerpo, como si le quedara pequeño...

- ¿Vas a hablar con él? - Pregunta Seth.

Me niego.

- ¿Qué pregunta es esa? Vamos a bailar, Seth. - Trato de tomar su mano pero él la aleja.

Esto no me gusta, me desagrada tanto.

- Seth... - Susurro, acercándome a él.

Él bufa y sale de la pista de baile, lo sigo con mi mirada y veo cómo le pasa por un lado a Laia para salir del lugar, segundos después Laia lo persigue.

Pongo los ojos en blanco y me dirijo a Ferran.

- ¿Qué quieres? - Pregunto.

- Nada, sólo veía cómo bailaban. - Se encoge de hombros y se retira.

Vaya, ahora a todos les da por irse.

Me siento en una silla alta con una mesa también alta al frente, apoyo mis brazos y me tomo mi bebida poco a poco.

Minutos, incluso horas después, Greg aparece sudado, con el traje deshecho y despeinado.

Apesta a alcohol.

- ¿Cómo estás? - Le pregunto, sonriendo por su aspecto.

- Conocí a un chico que... Guau, es otra cosa. - Me dice sonriendo.

- ¿Quién es? - Digo, viendo a las personas a nuestro alrededor.

- El de allá, se parece a Ferran. - Greg me señala detrás de mí y volteo para verlo.

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