Escena Ferran y Lea capítulo 18.
Ferran se aleja de mi abdomen y me besa de nuevo en los labios. El beso más apasionado que me ha dado Ferran, que me ha dado alguien.
En algún momento me siento en sus piernas, uniendo más nuestros cuerpos y siento debajo de mí una dureza que me hace sonreír. ¿Tan rápido?
Las manos de Ferran invaden mi trasero y mis manos invaden su cabello, quiero más, no quiero sólo besarlo y toquetearlo...
Ferran comienza a besarme el cuello y a pesar del frío, yo tengo demasiado calor. Su escasa barba roza mi cuello pero no me hace cosquillas, más bien me prende.
Tomo su cara en mis manos y vuelvo a besarlo, siento como mi camisa se levanta un poco y cuando volteo, veo las manos de Ferran entrando en mi camisa.
Su tacto en mi espalda me encanta, es caliente.
Bajo una de mis manos hasta llegar a su pantalón, paso la mano y Ferran suspira, aunque sigue sus caricias en mi espalda.
Apoya su cabeza en la pared que tiene detrás y yo sigo pasando mi mano, cada vez más rápido. Dejo de hacerlo cuando siento que realmente el pantalón parece querer explotar.
Ferran abre los ojos que había cerrado en algún momento, que no me diga nada y me dé esas miradas me hace querer hacer tantas cosas con él.
Sus manos pasan de mi espalda a mis pechos, no en una manera sutil y cariñosa, sino invasivas, quitando todo lo que tengan delante, por ejemplo, mi ropa interior.
Aprovecho su invasión para levantar los brazos y quitarme la camisa, del brasier se encarga él, que al lograr quitármelo, lo lanza al suelo.
Besa mis pechos y pasa su lengua por ellos, los chupa y juega con ellos, vale, le gustan, lo anoto.
Aleja su boca de ellos y sus pulgares se encargan ahora.
Suelto gemidos y jadeos, necesito hacerlo con él, es una necesidad.
Sin avisar, sin ni siquiera darle una mirada, deshago el botón de su pantalón y lo saco, comienzo a mover mi mano hacia arriba y hacia abajo mientras él sigue jugando con mis pezones.
Sus piernas se tensan y sus pulgares bajan el ritmo, así que opta por volverlos a besar.
Yo acelero el movimiento hasta que Ferran suelta mis pechos y apoya su cabeza en mi hombro, su espalda se arquea hacia adelante, agarra los bordes de la silla y respira pesadamente. Escucho sus gruñidos y gemidos. A partir de hoy es mi sonido favorito.
Susurra algo que no lo entiendo muy bien por su falta de aire y siento cómo un líquido caliente cae en parte de mi abdomen.
Ferran maldice bajito y me abraza. Oh no, pero esto no ha acabado.
Le devuelvo el abrazo y cuando nos separamos, veo su cara, es la descripción exacta a la perfección.
Aún sigue jadeando, está ligeramente sonrojado, su cabello un desastre y una pequeña gota de sudor bajando por su sien.
— Deberíamos ir a... No lo sé, comer. — Sugiere él, avergonzado, baja su cabeza y me ve. — O a limpiarnos.
Frunzo el ceño y no me muevo de mi lugar.
— Lea. — Llama, pero yo no quiero hacer ninguna de esas cosas. No quiero moverme.
— Déjame disfrutar este momento, Ferran. — Me quejo.
— Sólo sigo que deberías ir a limpiarte...
— Oh, déjalo ahí, no me pasará nada. — Hago un gesto de que no importa, porque de verdad no importa.
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Las Tres Naciones ✓
Science FictionLuego de una guerra ocasionada por disputas gubernamentales, el mundo fue destruído, dejando vivas a tan sólo a miles de personas. Estas Miles de personas se dividieron en tres naciones para así estar en paz entre ellos: La nación Azul, viven en la...