Las mañanas de mi familia eran siempre las mismas, en Connecticut nos juntábamos en el comedor, mis papas se dedicaban a mimarse mientras leían las noticias, Danny y Cal jugaban a las luchas como todos los días mientras yo los separaba para poder sentarnos.
Esa era nuestra cotidianeidad siempre juntos tomábamos el café con tostadas que Red disponía y luego todos salimos a nuestros quehaceres Cal y yo a la Escuela, Danny a la oficina de papá donde había comenzado a trabajar hacía muy poco tiempo. Mamá es la más encantada porque los tenía cerca de ella.
Se acercaba la final del torneo de futbol local yo formaba parte del equipo de la escuela donde era casi siempre titular, con la victoria disputaríamos el campeonato federal, por lo que me entrenaba más de lo que acostumbraba.
El día de la gran final tenía en mi mochila todo preparado, mientras Cal se subía al auto de mis padres yo iba con Danny por cábala y también porque sin importar el resultado siempre después de un partido salíamos los dos solos por un helado. Amo como me cuida, me protege y alienta, siempre el y yo como si fuéramos uno solo.
Llegamos al colegio, me fui al vestuario con el resto de mis compas, y mi familia ya ocupaba el lugar que tenía asignado, el partido comenzó sin demoras, era muy parejo, cuando el árbitro pita el final del primer tiempo me acerco a Danny quien siempre me daba alguna indicación o aliento.
Retomamos el partido, recordé cada cosa que me observo mi hermano y mejore, cuando faltaba poco para que termine algo dentro mío me daba mala espina, pensé que era por el partido pero estábamos atacando me pasan la pelota, prácticamente quedó sola enfrente del guardameta. Miro al lugar donde está mi familia, todo pasa en cámara lenta, mi Danny se desploma en el piso mi papá intentando agarrarlo, mi mama solo lloraba y Cal de rodillas al lado de él. No lo dude y salí corriendo del campo, justo en ese momento el árbitro finalizó el partido y nadie había notado lo que pasaba solo pensaron que no pude patear la pelota y perdimos el campeonato.
Cuando llegué solo abracé a mi hermano menor, juntamos todo como pudimos y nos fuimos al hospital. Todo pasó tan rápido que ni tiempo de cambiarme tuve, ya en la sala de espera nos quedamos los cuatro juntos esperando noticias, ninguno se quería ir hasta saber que Danny estaba bien. Una vez que el médico nos comunicó que había recuperado la conciencia mi padre se quedó con él y nosotros, contra nuestra voluntad, nos fuimos con mamá a casa. Ahí le contó todo lo sucedido a Red y le pidió que se encargara de nosotros porque ella volvería al hospital. Esa noche ni Cal ni yo pudimos probar un bocado, por más que mamita Red había hecho nuestra comida preferida, la angustia era más grande que el apetito.
Al otro día nos dejaron ir a ver a nuestro Danny porque sino no comeríamos, le dijimos a mamita Red que hasta no ver a nuestro hermano no haríamos nada. Cuando entramos en la habitación Danny nos sonrió, nosotros corrimos a su encuentro, estaba en una cama con suero y signos de que le habían sacado sangre varias veces. Nos cuentan que les están haciendo estudios de rutina para saber que paso pero nada que preocuparse, entonces Mamá nos pide que vayamos a la escuela y que comamos para lo que Danny nos miró muy serio y nos retó a ambos, basto que nos hable él para salir derecho al colegio y a la noche comer lo del día anterior.
Pasó una semana y mi hermano volvió a casa, estaba feliz pero se lo notaba algo cansado, mamá se encargaba de él mientras papá se ponía al día en la oficina ya que se había ausentado esa semana. Al paso de los días todo volvió a la normalidad o eso creía yo, una noche nos llamó la atención que nuestros padres estaban muy serios, yo sabía que ese día habían visto a los médicos pero como todo iba tan bien no me preocupe. Danny ya no jugaba con Cal a las luchas y estaba muy cariñoso con nosotros, nos abrazaba y besaba a cada rato. Ya en la mesa mamita Red nos sirvió la comida y se sentó al lado de Danny su mirada reflejaba entre tristeza y preocupación, algo no me empezó a gustar para nada; cuando terminamos nuestros padres junto a Red se sirvieron una copa de licor, con Cal ya nos miramos preocupados, Danny nos miraba cuando dijo:
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Te Esperare Toda La Vida
RomanceTe encontré, te disfrute, te sentí, te perdí, pero se que volveré a verte, en que lugar o estación, hoy mañana o en unos año no lo se. Solo pensar que volveré a verte de algún modo, que el destino unirá nuestros camino acá en la tierra o en el ciel...