El sonido del viento que demostraba su brusquedad, la arena roja que tapaba el camino en su avance, la única luz que se mantenía las veinticuatro horas en el aire y los monstruos del sitio era algo aterrador para cualquier adulto completo ahora este escenario para tan solo un niño de nueve años era algo digno para marcarlo de por vida. Su mirada se movió hacía los alrededores donde los demonios luchaban por territorio, mientras que a sus espaldas no había nada más que una gran muralla por la cual le sería imposible subir; sin más remedio tomando lo que parecía ser un hueso con solo el fuego de su propio ser, Izuku Midoriya comenzaría su odisea en el infierno donde cientos de pecadores que se encontraban enterrados en el suelo pedían su salvación, tanto hombres como mujeres; niños y niñas, todos ellos pedían ayuda aun chico que simplemente tenia que ignorar aquellos gritos de sufrimiento, continuando su avanzar en busca de su propia salvación mientras que ellos quedaban en aquel sitio sin forma de ser ayudados.
Actualidad:
El chico de cabello verde despertaría de forma violenta, completamente bañado en sudor frio y con su cuerpo temblando de forma brusca ante el. Rápidamente giraría su cabeza notando el sol que entraba por la ventana de la habitación, en conjunto de la figura que se alzaba en una silla observándolo en silencio mientras limpiaba su lanza.
Scáthach: No te recomiendo hacer movimientos bruscos, se volverán a abrir todos los puntos y no pienso tomarlos nuevamente. ¿Qué fue lo que viste?
Izuku: Un recuerdo del pasado, nada muy importan...-recibiendo un golpe en la cabeza- ¡¿Por qué hiciste eso?!
Scáthach: No grites. Los recuerdos del pasado son algo demasiado importante para los héroes, es lo que evita que se descarrilen y vivan hasta el final de sus días bajo su ideal; cosa que al parecer tu no entiendes ni a los golpes. Así que dime ¿Qué fue lo que viste?
Izuku: Bien, solo es un recuerdo de lo primero que vi al caer hacía el primer piso del infierno, los gritos de ayuda y la lucha de demonios por control en esa zona, era algo aterrador al principio pero simplemente ahora es algo que esta ahí, después de tantos años se volvió común ese escenario.
Scáthach: Entonces si ahora mismo bajáramos, verlo no te pondría la piel de gallina como en ese entonces.
Izuku: Lo du...
Antes de terminar de responder a su mente el recuerdo de los pecadores pidiendo salvación o la misma destrucción de su alma llego, el como le rogaban a un dios que simplemente los ignoraba o como al verlo pasar le rogaban que tomaran su "vida" para llegar a la paz eterna. Todo fue cosa de un momento que lo dejaron en blanco, mientras que el semblante de su maestra al notar esto tomo una postura más sería.
Scáthach: ¿Responderás mi pregunta?
Izuku: Sabes, la verdad creo que seguiría sintiéndome aterrado como la primera ves.
Scáthach: Eso me alegra, los héroes suelen morir en cuanto olvidan lo que es el miedo. Por cierto te felicito por lo que lograste en la batalla, pudiste mantener un combate contra ambos y asesinaste a Caín un par de veces, nada mal para un mocoso como tu. Me encargue de recoger las armas que usaste como proyectiles, aunque eh de decirte que son poco útiles en combates para ti, son solo cantidad.
Izuku: Si bueno, cuando elabore esa técnica fue para vencer a cientos de arañas gigantes, que si bien son débiles son muchas así que forje tantas armas como pude de calidad baja para cuando tocara eliminarlas, cosa que funciono bastante bien; luego forje algunas echas para enemigos específicos y hay veces las sobrecargo para que estallen al contacto.
Poco a poco mientras que la conversación avanzo la maestra logro notar la pasión de elaborar armas para el combate que sentía aquel chico, el como especificaba cada uno de sus trabajos de memoria mientras poco después los mostraba ante ella y ante todo como su actitud que parecía no ser más que su propio egoísmo se dejo por un breve tiempo a un chico común que se apasionaba por la herrería en conjunto de la artesanía.
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Danza de Hierro y Fuego: El regreso al Ragnarok
FanfictionIncluso después de que la era de los dioses debió haber terminado, incluso después de mandar a nuestros mejores guerreros contra ellos, aun así ellos siguen controlando todo.