The rains of castomere (Ponerla y escucharla en bucle)
Al caminar por los fríos pasillos del castillo, Izuku Midoriya observaba las armaduras que eran exhibidas; usadas en el pasado por cada uno de los miembros de la mesa redonda y la familia real. Acompañada de ellos los cuadros pintados a manos incluso hasta la actualidad que hacían honor a cada uno de los reyes y reinas que pasaron por ahí. Se paro enfrente de uno de ellos, el ultimo en el gran pasillo antes de pasar al gran salón donde estarían todos, ahí se encontraba un hombre solitario; con una mirada tan fría como el hielo completamente inhumana, llevaba una armadura de metal sosteniendo una espada larga enfrente de él y con un manto que parecía la melena de un león a su lado se encontraba una mujer de hermoso cabello castaño claro y ojos como la miel, piel bronceada en un tono dorado; llevando un vestido de color azul como el mar. Ese cuadro era de Artur Pendragón, primero en su nombre, rey de los caballeros y quien espanto a los sajones del reino; la mujer a su lado era Ginebra su esposa. Ese cuadro fue pintado unos años antes del desastre que llevaría a la batalla de Camlann.
Miro hacía el frente para ver el cuadro delante de él, uno recién pintado que traía a la familia real actual, el rey Shirou acompañado de su esposa e hijas, a los lados más alejados la duquesa Morgana Le Fay a la izquierda con una belleza que atraía tu mirada al cuadro y a la derecha Sir Gawain quien despendía justicia a todo nivel, como un faro de esperanza. Giro su cabeza hacía la puerta donde dos espadas cruzadas se alzaban, una marca de su religión que indicaba la muerte a pesar de la ley del hospedador y el hospedado, la cual en la Reiniza, su religión; consistía en que al comer, beber y convivir en el mismo techo ninguno podrá asesinar al otro sin importar que, no obstante ellos podían avisar que no se les brindaría protección al colocar dos espadas frente a la casa así. Unió las manos y se arrodillo frente a las espadas, la marca en su cuello brillo como una estrella en el firmamento para después de años rogarle a su diosa.
Izuku: Alice, diosa de la vida y el conocimiento; yo tu sirviente Izuku Midoriya, nacido de Inko Sasaki y Hisashi Midoriya, guardián de los jardines de la vida y la muerte; Alto lord de la corte de los sueños junto a la corte del tormento, te pido que alejes a tu hermano de aquí y que al momento de la batalla no dejes que su mano tome a tus siervos; protégelos para un día siguiente.
Makima: Rezarle no hará nada-.
Izuku: Prefiero hacerlo al menos para tener mi mente calmada.
Yaemiko: Si lo crees así Izu pues esperaremos que termines.
Izuku: Gracias.
Dentro del gran comedor atada por completo una chica de rasgos asiáticos, cabello negro que llegaba hasta su mentón; un traje negro con múltiples armas cortas era torturada para que hablara tras el intento de asesinato en contra del supernova japonés.
???: ¡Ya les dije que no le iba a hacer daño a Izu, solo era una broma que nos hacemos de hace años!
Mordred: Eso lo comprobaremos cuando él venga, hasta entonces tu te quedas ahí.
???: Entendido su majestad, porque mejor no te sientas en mis piernas y me hace compañía; de seguro nos podremos divertir
Mordred:-Sonrojándose- Ni de loca me sentaría en las piernas de una asesina-.
???: Entonces ¿si no fuera una asesina, si lo haría su majestad?
Mordred: ¡Yo nunca dije eso maldita bastarda!
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Danza de Hierro y Fuego: El regreso al Ragnarok
FanficIncluso después de que la era de los dioses debió haber terminado, incluso después de mandar a nuestros mejores guerreros contra ellos, aun así ellos siguen controlando todo.