Las mañanas eran lo peor para todas las personas, levantarse cuando el sol aun no alumbraba ese lado del mundo; tener que recibir el frio en tu piel a la par que, dejabas el calor de tu cama sin energía alguna. Eso era exactamente lo que odiaba Thosaka Rin, las mañanas; aun así lograba despertarse lo suficiente para poder ingerir café y entrar en sí, siempre hacía lo mismo todas las mañanas, no obstante esta mañana era un poco bastante diferente, en primer lugar, no estaba en su casa, no vestía su pijama; de hecho solo traía su ropa interior en ese momento, se encontraba en una habitación completamente diferente además de eso ya eran alrededor de las nueve de la mañana; ella nunca en su vida se habría levantado a esa hora. Al mirar a los lados noto aquel vacío lugar, la falta de decoración la hacían claramente una de invitados a la par qué noto un conjunto de prendas dobladas en la esquina encima de una silla.
"Ponte esto en cuanto despiertes, te estaré esperando en la sala.
atentamente Morgana".
Cierto, se había quedado en casa de su compañero por su investigación; ¿cómo se le había olvidado eso? No importaba, tenia hambre por lo que era mejor ya salir; así que rápidamente tomo aquellas ropas colocándose la camisa negra de botones manga larga, sus medias largas, un short y su falda negra que llegaba hasta tres cuartos de sus muslos. Al caminar por ese pasillo pudo observar a medias aquella casa, tenía una que otra foto de la pareja en distintos momentos de su vida, pocas de ellas juntos pero siendo lo suficientemente atractivas como para colocarlas por la casa.
Morgana: Buenos días, ¿qué tal pasaste la noche?
Rin: Bastante bien- Estirándose- ¿tienes café?
Morgana: Ahora te lo sirvo.
Rin: Gracias. ¿qué tal va todo?
Morgana: Se podría decir que bien aunque con el dinero que estamos gastando, no es suficiente.
Rin: Llevamos días intentando hacer uno de fuego a base de Izuku y todas se rompen, todas y cada una de mis gemas se quiebran al insertar uno de sus elementos.
Morgana: -Dándole una taza de café negro- El fuego en si, siempre ha sido inestable; es una de las normas básicas de la naturaleza.
Rin: He aplicado el elemento fuego durante años en ellas, solo estallaban cuando las sobrecargaba; no debería ser diferente -Dando un sorbo- Es idéntico a los objetos creados a través de magia, fallan a los segundos de ser creados.
Morgana: Ya encontraremos otro enfoque Rin, no te mortifiques por ello.
Rin: ¿No deberías estar tan bien alterada? Tenemos que presentarle esto a la corona inglesa para que continúen financiando todo.
Morgana: Mi hermana entiende poco o nada de la parte mágica, ella siempre se centro en su espada y nada más que su espada, no entenderá nada y tenemos suficientes como para darnos un tiempo.
Rin: Si tú lo dices- Dando otro sorbo- ¿Dónde esta él?
Morgana: Salió esta mañana, no me dio muchos detalles pero -Tomando una gema roja- Si nos dejo esto.
Rin: ¿Energía maldita?
Morgana: Si, la suficiente como para traer a un dios de la muerte a este mundo si se quiebra.
Rin: ¿Para que quieres algo así? Digo esta bien lo que sea que planees pero no es lo suficientemente peligroso como para matarnos.
Su sonrisa fue una terrorífica confirmación para un plan que tendría que participar. Desde que llego había presenciado muchas cosas en esa casa, las cuales habían llevado a un éxtasis en su deseo de conocimiento mágico; la maga frente a ella, tomo el puesto de maestra enseñándole algún que otro secreto u obligando a su prometido a hacerlo. Así que participar en los peligrosos experimentos de ambos no era algo que le disgustara, más bien disfrutaba hacerlo pero con cierta cautela, al final no todos los días veías a tus amigos; si es que podía tener la confianza para decirles así, llevarte a ver un dragón y mucho menos montarlo. Lo cual la llevo a una conclusión, todo trabajo te llevaría a los brazos de la muerte si lo hacías mal, en especial con ellos.
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Danza de Hierro y Fuego: El regreso al Ragnarok
FanfictionIncluso después de que la era de los dioses debió haber terminado, incluso después de mandar a nuestros mejores guerreros contra ellos, aun así ellos siguen controlando todo.