Capítulo 23: La batalla de Camelot.

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Estaba aturdida, mirando a los lados en aquel frio piso; el castillo había sido derrumbado completamente, su piel ardía por las quemaduras en su cuerpo y frente a ella dos mujeres trataban sus heridas mientras que su compañero de clase se colocaba en guardia para poder defenderla de las personas frente a ellos. Izuku era un chico misterioso que a su edad siendo menor que ella por dos años, manejaba múltiples estilos de combate, teniendo un pensamiento tan frio como para jugar sus piezas en busca de una victoria sin perdidas y la capacidad de obtener un respeto por su carácter. Ese era su compañero de clase que se alzaba para defender todo a su espalda como un héroe de antaño, como su ídolo All Might. 

¿Qué hacía ella tirada ahí? Era la portadora del quirk más poderoso en el mundo pero estaba tirada, demacrada sin la posibilidad de moverse, sin la capacidad de ayudar; dejando que alguien como Izuku tomara su lugar, alguien que venia desgastado por su entrenamiento el dia anterior. Necesitaba levantarse aunque no pudiera, necesitaba ir más allá de donde estaba aunque ahora solo podía ver como todo iniciaba.

 La gente de los alrededores se asomaba entre los escombros para observar el inicio de la batalla, mientras que él solo podía tomar su guardia con sus ojos brillando ante la adversidad que se asomaba ante si. Un dragón, un exorcista, la high lady Assasin, la peste de la vida y el mismismo Rey de los héroes todo eso tenia que enfrentar junto a la horda de mercenarios que venia contra él, algo nada esperanzador pero emocionante en toda la palabra. Soltó un impulso para analizar la estructura bajo él, los reyes se encontraban debajo suyo, su amiga Mordred estaba dos pisos más abajo con el resto de supernovas, los caballeros de la mesa estaban entre los escombros a sus espaldas y Morgana junto a Gawain llevaban a las princesas en brazos desde el ultimo piso. Iba a ser difícil mantenerlos a salvo, Cairax estaba volando pero llegaría en una hora para lograr ayudar contra el dragón que se encontraba aquí; el cual parecía ser un desangrador pálido, uno de los más peligrosos en su especie; llegando a medir más de cincuenta metros de largo y veinte de ancho, unos dientes capaces de romper su armadura al igual que sus garras junto a una llamarada destructiva. 

Izuku: Y bien ¿quieren empezar esta danza entre el hierro y el fuego? o tengo que dar el primer paso para que inicie-.

Valaena: Adelante sirviente de nuestra diosa, demuestra el honor en tu titulo.

Yuri: (No lo hagas Izuku, espera que lleguen aliados para que tengas una posibilidad) Te estamos esperando, Ruler of the life-.

Izuku: Bien, que mi cuerpo sea consumido por el acero-.

Casi como si se teletransportara apareció frente al falso sacerdote con su puño envuelto en fuego ese fue el pitazo de inicio para aquella batalla entre todos los presentes, el puño del peliverde fue bloqueado por el antebrazo izquierdo de Kirei quien lanzo un contraataque con un rápido puñetazo de su mano derecha mientras sostenía el brazo derecho de Izuku quien para esquivarlo, se vio obligado a dejarse caer hacía abajo esquivando el golpe que soltó una ráfaga de aire al momento de detenerse, seguido de esto lanzo una patada hacía arriba golpeando la cara de Kotomine quien lo soltó y ante un acto de reflejo esquivar una lanza de los tesoros de Gilgamesh quien atacaba desde la distancia bajo su sonrisa. 

Salto hacía atrás para evitar cualquier ataque no obstante se vio obligado a frenar a la par que girar a la derecha para evitar una llamarada del dragón, así rápidamente saco la daga entregada por Shawn la cual sirvió para bloquear la de Yuri quien salió de entre las sombras logrando hacer un corte en su mejilla, sintió como el veneno empezo a recorrer su cuerpo tras el contacto con aquella arma así viéndose obligado a dirigir sus reservas de Ki para depurar el veneno en su cuerpo a la par que brincaba en el aire esquivando la hacha de Valaena. En ese momento aprovecho de convocar su arco Kaiser así tomando una flecha la imbuyo en su quirk y disparo en contra de la peste aunque su flecha fue rota por parte de Gilgamesh quien no lo dejo siquiera parpadear antes de lanzar varios de sus tesoros en su contra, atravesando la zona izquierda baja de su abdomen, muslo izquierdo y cortando el tríceps derecho.

Danza de Hierro y Fuego: El regreso al RagnarokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora