Capitulo 25: Superior.

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La crianza de un hijo no es fácil, menos cuando no es tuyo. No conoces nada de él, no sabes enfermedades genéticas o cualquier otra cosa que si bien si lo adoptas en un lugar de adopción es "más fácil" conocer sobre estos ¿pero que hacías cuando era un niño que encontró tu hermana al borde de la muerte abandonado frente a un templo? La respuesta era muy fácil, criarlos igual para que en un futuro sean grandes personas.

Brunhilde veía a su hijo adoptivo ser mandado a volar por los aires, tenia tan solo siete años de edad pero como le indicaron su entrenamiento había empezado en cuanto dio sus primeros pasos. Estaba enfrentándose a su hermanastra Arana, un combate ciertamente desventajoso para el niño quien apenas siendo un mortal se tenia que enfrentar a una semidiosa pero aun así acepto por completo el reto por lo que ahora mismo estaba levantándose otra vez siendo como la decimo tercera en el día. 

El niño era terco como ninguno, siempre levantándose a pesar de que no pudiera más. Según sus propias palabras "un héroe nunca caería así en el combate, si no que se mantendría de pie incluso tras la muerte"  así como ellos, él se mantenía de pie; usando incluso su espada de madera para mantener su cuerpo recto. Se lanzo de nuevo al ataque, su hermana quien usaba un bastón y viendo como venia frente a ella se preparo para detenerlo. Justo cuando estaba frente a ella lanzo un golpe recto que fue esquivado por el niño, sus labios sonrieron mientras se deslizaba por el suelo; seguido de usar su mano como punto de apoyo para levantarse junto al impulso de sus piernas para colocar su arma de madera en el cuello de su hermana

Izuku: Gane -Sonriendo-Por fin te gane Arana-.

Arana: Felicidades Izu -Sonriendo con malicia- Pero no festejes antes de tiempo-.

El descuido del niño dejo espacio suficiente a su hermana para desarmarlo, cayo al suelo con su propia arma apuntando a su cuello tras ser barrido. Brunhilde sonrió ante esto, sin duda le quedaba un camino por recorrer. Se levanto de su asiento para acercarse a estos dos quienes estaban discutiendo ante el movimiento de Arana. Cada paso que daba solo podía acercarla a las quejas de sus hijos aunque no era algo de que preocuparse al menos hasta que Izuku le mordió en el tobillo.

Arana: Suéltame piraña

Izuku: Huando juegues justo jo jare.

Arana: Que no uses la cabeza no es mi culpa.

Brunhilde: ¡Izuku! deja de morder a tu hermana ahora.

Izuku: -Soltándola-No es justo, yo había ganado.

Brunhilde: Arana ve a ducharte, Izuku párate y ven conmigo.

La valquiria tomo a su hijo del suelo, levantándolo para que caminara a su lado mientras dejaba a su hija ir a quitarse el sudor. Avanzaron por el pasto en silencio, debía elegir bien sus palabras para no provocar un malentendido con el niño. Así pasaron los minutos por las laderas verdes en completo silencio hasta que llegaron a un árbol donde se detuvo, Izuku quien estaba atrás suyo trago con fuerza.

Brunhilde: Izuku ¿qué eres?

Izuku: -Algo desconcertado- Un humano fuera de la línea de tiempo ¿no?-Moviendo su cabeza un poco para el lado-Al menos así me dicen los dioses.

Brunhilde: Solo eres un humano, déjalo así. Tu hermana es una semidiosa, por lo que tienes desventajas en todos los aspectos físicos sin embargo hoy fuiste astuto aprovechándote de su confianza para poder tomar la delantera pero bajaste la guardia al creer tener la victoria.

Izuku: No volverá a pasar.

Brunhilde: Se que no, tu hermana te gano por su astucia. Izuku no importa que tan fuerte seas, siempre que alguien te gane en astucia perderás que no se te olvide-Tocando su frente- La cabeza es tan importante como tus músculos.

Danza de Hierro y Fuego: El regreso al RagnarokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora