En el pueblo maldito de Shadyside, una ola de masacres siembra miedo en el Campamento Nightwing y convierte un verano de diversión en una descarnada lucha por sobrevivir.
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19 de octubre 1978- 4 meses después de la masacre
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Narrador omnisciente.
El sonido insistente del teléfono sonaba por toda la casa de la familia Williams, una familia que estaba sufriendo una perdida y no tenían ni ganas que recibir llamadas.
La madre, ya harta de que el teléfono suene contesta - ¿Sí?
-Señorita Jessica, que pena molestarla, sé que no deben estar pasando un buen momento, pero quería saber sobre Lily- habla la voz de un chico al otro lado de la linea.
- ¿Disculpa con quien hablo?
-Nick Goode, señorita.
-Oh, bueno Lily esta... ha sido muy difícil para todos, pero ella no ha querido salir de su habitación, le pasamos la comida pero lo que come es muy poco. De todas formas, gracias por llamar y preguntar.
- ¿Podría hablar con ella?
-Mmm no se si quiera salir, pero le diré, dame un momento- la madre dejó el teléfono en espera y fue a tocar la puerta del cuarto de la chica -Lily, cariño hay alguien al teléfono que quiere hablar contigo.
-No quiero hablar con nadie ma- responde ella por el otro lado.
-Por favor, cielo, él quiere hablar contigo, ha llamado toda la semana. Mira voy a pasarte la llamada al teléfono de tu cuarto, esta en ti si quieres contestar- Jessica volvió al teléfono y mandó la llamada hacia el cuarto de la chica.
Lily, quien se encontraba entre las cobijas de su cama, se empezó a remover cuando el teléfono fijo de su cuarto empezó a sonar, soltó un gruñido al ver que no se iba a detener y de mala gana se levantó para contestar.
- ¿Diga?
- ¿Lil?
- ¿Nick?
-El mismo- la chica literalmente pudo escuchar su sonrisa egocéntrica - ¿Cómo estás? Tu madre dijo que no querías salir de tu cuarto
La chica suspiró pesadamente -Yo... no sé si quiera hablar sobre eso.
-Vamos, Lil. Te hice una promesa, no voy a romperla.
-Lo sé, Nick. Pero... no es fácil.
-Te entiendo, cuando mi padre murió... bueno, fue muy difícil. No necesitas hacer esto sola, tienes el apoyo de las personas que te aman. Mira ¿Qué tal si nos vemos en 30 minutos en el parque? Así sales de tu cueva.
-Nop, me gusta mi cueva.
-Vamos, no será tan malo recibir un poco de vitamina D ¿Sí?
-Bueno, pero solo para que dejes de llamar a mi casa.
-Ok, te veo allí- y después de eso se escuchó como el chico colgaba el teléfono.
