En el pueblo maldito de Shadyside, una ola de masacres siembra miedo en el Campamento Nightwing y convierte un verano de diversión en una descarnada lucha por sobrevivir.
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6 meses después
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"Querida Lily
Ojalá pudieras estar aquí para contarte todo lo que ha pasado en estos últimos meses, los cuales han estado de locos (pero no tanto como los que hemos vivido).
Por dónde empezar; ya el pueblo lo sabe, culparon a Nick por todas muertes y ahora todo está en paz, lo malo, es que las noticias baratas esparcieron el rumor de que tú eras su cómplice. Pero tranquila, eso acabo rápido, Deena se encargó de cerrarle la boca a todos.
Los chicos están bien... dentro de lo que cabe. Ha sido difícil, y mucho. No te voy a mentir, sigo llorando todas noches, no poder verte es desgarrador para mí, pasar los días sin ver tu sonrisa, tus enojos y esa arruga divertida que se te hacía en la frente cuando regañabas a los chicos como si fueras su mamá, y en parte lo eras, siempre cuidando de todos y viendo por nuestro bienestar. Nos haces mucha falta, Simon dejó de hablar por tres meses, creo que a todos les hizo falta escuchar sus bromas, aunque estuviéramos pasando por un luto; Kate... bueno ella se empezó a drogar, sé que en el fondo se culpaba por cómo fue su trato la última vez que te habló, le está costando dejarlo, pero está intentando salir adelante, su plan de salir del pueblo sigue en pie; ¿Te acuerdas cuando Deena nos dijo que odiaba el olor a cigarro y que cuando fumábamos le daba ganas de vomitarnos encima? Bueno, pues empezó a hacerlo, dijo que la relajaba, creo que después de ver el pasado de Sara y ver todas las muertes quedó un poco traumada, y tu perdida y la de James tampoco ayudó. Sam trata de sacarla de ahí, pero es un poco complicado.
Creo que luego de seis meses todos vamos saliendo un poco. Tengo una leve sospecha de que ya empecé a envejecer, hace poco se me empezaron a marcar las patas de gallo y si no vi mal ya me salió mi primera cana. Solo espero no volverme viejo tan rápido para poder disfrutar con los chicos un buen tiempo más.
Y bueno, creo que en tanto sufrimiento siempre hay un rayito de luz, para mí fue Simon... cuando volvió a hablar se juntó más conmigo y empezamos a hablar sobre todo un poco, sobre nuestro dolor. Y bueno, llevo saliendo con él ya un mes y medio, y sé que nos hubieras dicho que nos esperáramos, que todo está un poco muy reciente y lo sé, porque yo también lo sentí así, pero Simon dijo que estaba bien, de hecho, dijo una frase que nunca me hubiera imaginado de salir de la boca de él: amor con amor se cura. Si, un poco contradictoria, pero la sentí muy real viniendo de él y bueno, empezamos a salir. Me ha sanado un poco, creo que tenía razón, la vida duele un poco menos ahora que está conmigo.
Deseo con toda mi alma que estuvieras aquí, que me apoyaras como siempre lo haces (aunque fuera después de un regaño). No tienes idea de cuanto agradezco que hubieras hecho eso por mí, que te sacrificaras para que pudiera vivir, sabiendo que si me lo hubieras dicho me iba a negar e incluso hasta sacrificarme yo por ti, porque yo daría mi vida por ti, así como tú lo hiciste por mí. Ten por seguro que viviré al máximo para poder compensar todo eso, viviré por ti Lil. Gracias por todo.
Te extraño mucho.
Con cariño:
Taylor Williams
(Tu molesto pero muy amado mellizo)"
Taylor suspiró cuando terminó de leer la carta, la dobló y la guardó en el bolsillo de su chaqueta, secó las lágrimas que se habían escapado, dejó unas pequeñas flores de lavanda y aprovechó para quitar un poco de la maleza que empezaba a crecer alrededor del cemento de la tumba.
Simon llegó a su lado, posó una mano en su hombro y dio un ligero apretón -¿Listo?
Él asintió varias veces y bufó divertido -Soy muy cursi ¿no?
-No, de hecho a Lil le hubiera encantado- admitió hincándose a su lado.
-La extraño- su voz se quebró.
-Lo sé, yo también- dejó un delicado beso en su frente y luego lo ayudó a levantarse.
Y así se marcharon caminando de la mano.
Taylor no se había animado a venir a su tumba desde que hicieron su funeral. Seis meses después, decidió hacer una carta e ir a leérsela. Creía fielmente que tal vez veía todo lo ellos hacían, vigilándolos desde arriba, como siempre los cuidaba, pero contarle por lo que pasaron fue una forma de dejarla ir, de dejarla descansar.
