Capitulo 7: La rosa.

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Capítulo 7

   Corrí, como siempre hago; Y como siempre… nunca funciona.

   La puerta estaba trancada <<que raro>>

Corrí en dirección a la ventana más cercana, estaba a punto de romperla cuando la puerta se abrió de golpe, y ante ella se encontraba un joven.

André.

   Sentí alivio, al ver a André vestido totalmente de negro supe que estaría a salvo, no sabía por qué pero lo sabía.

   El corrió hacia aquella criatura y él la traspasó. La criatura se empezó a retorcer, cada vez más, hasta que exploto.

<< ¿Pero qué rayos fue eso?>>

Como si hubiera escuchado mis pensamientos el me miro, y se empezó a acercar diciendo:

-déjame explicarte, no te asustes, estas a salvo- se acercó lo suficiente para abrazarme y me llevo hasta el sofá, donde se me quedo mirando fijamente por un rato.

-¿Qué acabo de pasar…?

-Eso- dijo señalando el pie de la escalera, donde había estado aquella cosa horripilante anteriormente- Fue “La tortura”, luego de que te agarre, te empieza a torturar hasta la muerte.

-No, no entiendo…- dije negando con la cabeza- ¿Por qué siempre se aparece?... ¿Qué quiere de mí?

-Muy bien… creo que es hora de que vayas empezando a saber algo sobre ti misma- dijo, dirigió su mirada hacia mis padres- Primero, deberíamos pasarlos a sus camas.

  Se levantó y agarro primero a mi madre, poniéndola en sus brazos, la alzo y se dirigió a su habitación, Luego bajo las escaleras de nuevo e hizo lo mismo con mi padre; Se sentó a mi lado y me miró fijamente.

-Tú tienes un don- dijo este rompiendo el silencio.

-Lo sé, ya me lo han dicho, pero no me han querido decir cuál.

-¿Ya te lo han dicho?- dijo sorprendido- Vaya, parece que tengo que hablar seria mente con la tentación.

  Al oír “La tentación” supe de lo que estaba hablando, significaba que él también lo podía ver, y que al parecer lo conocía mejor que yo.

-Así que también has visto a Der… La tentación-Estaba diciendo cuando me acorde que solo yo le digo así.

El asintió.

-Entonces… ¿Cuál es ese don del que tanto habla?

-El de la vista… Tú lo puedes ver a él y…- paro, como si fuera a decir algo y se haya dado cuenta que no debería decirlo- tu puedes ver a las personas que ya han muerto, muchas personas les dicen fantasmas, yo preferiría llamarlas almas.

-quieres decir que solo los que tienen ese don los pueden ver, eso significa… que tú también lo tienes ¿no?

Se le noto la duda en su rostro, lo estaba pensando, luego me miro y finalmente dijo:

-Algo así.

-La tentación me dijo que tenía opciones, creo que se refería a como morir, pero ¿Por qué? Dijo que ese era mi destino, así como fue el de él.

-Sí, ese es tu destino, y el de todas las personas que tienen el don- suspiro- Mira Kira, Cada vez que se reporta un don, se hace una llamada a las almas; con una misión, Solo una…

-¿Cuál?

-matarte.

 Sabía que diría eso, pero no imagine que fuera tan duro de escuchar, al parecer él se dio cuenta de que me había tensado, y dijo:

-No te preocupes, así como algunos quieren matarte… otros quieren protegerte, Lira y yo estamos aquí para eso, protegerte.

-¿Lira? ¿Ella… también tiene ese don?- pregunte, de verdad eso no me lo vi venir.

-Ehhh si, algo así.

El miro su reloj y dijo:- tus padres ya deben de estar despertando.

Se paró del sofá, se inclinó y me dio un beso en la mejilla.

-La tortura aparecerá por esa escalera cada dos días, trata de llevar la cuenta para que trates de no estar en esta casa en esos momentos.

-¿y si no logro salir a tiempo?- siempre pasaba, tenía miedo de que volviera a pasar.

-Estaré aquí-dijo- para protegerte.

Se dirigió a la puerta, la abrió, luego me miro de nuevo y dijo:

-Te deje un pequeño regalo en la cocina.- y finalmente se fue, cerrando la puerta detrás de él.

****

Se tornara negra cuando una alma este cerca, Así sabrás cuando se acerque una y podrás estar más segura.   –Andre.

Decía el papel que venía junto una rosa blanca.

   Así que este era el regalo del que él hablaba, su regalo era otra forma de protección.

   Estaba examinando la rosa cuando mi madre entro a la cocina despeinada con su pijama morada, ella pasó a mi lado y dijo:

-Linda rosa, ¿Quién te la dio?

-Un amigo- dije mirándola fijamente- ¿Estas mejor?

-Claro, ¿Por qué no he de estarlo?-pregunto confusa.

-ummm no sé, pensé que estarías cansada por el viaje.- mentí.

-Oh sí, pero ya dormí y ahora estoy con muchas energías- dijo, esta vez se estaba dirigiendo a la nevera en busca de jugo; se sirvió un poco de jugo de naranja en su vaso y se acercó de nuevo a mí- ¿Qué tal si vamos al parque?

-¿al parque?- reí, la idea de ir con mi madre al parque era graciosa, no iba con ella desde que era tan solo una niña.- tenemos tiempo sin ir juntas, claro.

Mi madre sonrió y subió a su cuarto para cambiarse, justo cuando escucho la puerta de su cuarto cerrarse, tocaron la puerta; me acerque y abrí. Ante mi había una chica con una franela rosa, una falda amarilla y converse azules. Dado la combinación de la ropa y su gran sonrisa, supe de inmediato que se trataba de Verónica.

 -¡hola, Vero!- dije y la invite a pasar.- qué bueno que estas aquí, quiero presentarte a mis padres, ¡al fin llegaron de su viaje!- le dije sonriendo- sería bueno que ellos conozcan a la nueva vecina ¿no?

-sí, sí, sería bueno; Oye… ehh el chico que estuvo aquí hace unas noches… ¿de dónde lo conoces?- dijo, primera vez que la veía tan seria, ya no llevaba esa gran sonrisa con la que había llegado.

-Samu es un amigo de Neri, ¿Por qué?- pregunte, en serio Vero se veía seria, no pude evitar tener curiosidad de el por qué estaba así.

-Por nada, solo preguntaba.- dirigió su mirada a la cocina y luego preguntó- ¿me podrías dar un vaso con agua? Por favor.

-Claro- me dirigí a la cocina y ella me siguió muy por detrás de mí. Estaba a punto de darle el vaso cuando ella al parecer vio algo que hizo que se sobresaltara.

-¡Ay!, ehh… recordé que mi mama me está esperando para hacer una compras- dijo, se dirigió trotando a la puerta, la abrí y antes de cerrarla se despidió solo diciendo- ¡adiós, nos vemos luego!

   Cuando se fue, volví mi mirada hacia donde ella la tenía hace un rato para averiguar qué era lo que ella había visto, al parecer había visto la rosa.

   Ahogue un grito. Tardé en darme cuenta pero ahora lo veía con claridad, y no lo podía creer.

La rosa ya no era blanca; La rosa ahora estaba completamente negra.

<<Se tornara negra cuando una alma este cerca>>

El llamado de las almas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora