Capitulo 11: Nuevo don.

450 29 4
                                    

-¡ANDRÉ!- grite, y salte hacia el para darle un abrazo, el me cargo y me dio vueltas con una gran sonrisa en nuestros rostros.- ¡oh pensé que nunca te volvería a ver!- ya tenía lágrimas en mis ojos pero no eran de tristeza o desesperación, sino de alegría, de felicidad.

-yo un momento yo también lo creí- me apretó más- pero aquí estoy, aquí estoy para protegerte.

  Estuvimos un largo rato más abrazados en la puerta, luego pasamos a la sala y nos sentamos en el sofá.

-¿Qué paso?- le pregunte.- ¿Por qué la tortura te llevo a ti y a Lira?

André se mordió el labio y miro a otra parte.

-porque...-suspiro- oye esto no te lo debería estar diciendo pero te lo diré porque te quiero y quiero que estés a salvo.

Como dijo lo último, hizo que me angustiara, ¿de que está hablando?, ¿Qué habrá pasado durante todo el mes que paso?

-escúchame con atención, kira- siguió el- hubo otro  llamado de las almas, y no te gustara saber quién fue la persona reportada esta vez.

-¿la conozco?- pregunte.

-sí, pero creo que tu amiga Neri lo conoce aún más.

-no estarás hablando de...

-sí, Kira- él tenía su mirara intensa- Samuel posee el don.

 Me sobresalte, eso explica por qué él podía ver a verónica, y el por qué ella había salido corriendo y gritando "tengo que reportarlo" como loca, fue ella, Verónica reporto a Samuel; eso significa que ahora mi gran amigo está en peligro.

-Debemos decírselo- le dije a André angustiada.

-no, Kira no.

-pero...

- A ti nadie te lo dijo hasta hace poco, y esa es parte de la misión de una de las almas, explicarle su don.

-¿tú no podrías elegirlo?- pregunte.

-pude haberlo hecho pero no me dio tiempo, ya lo habían elegido, nosotros no le podemos decir nada, ese es trabajo de aquella alma que lo haya escogido.

-tú me escogiste a mí, por eso tú me lo explicaste...

-eso es cierto.

Estuvimos otro largo rato en silencio pensando. André volvió a romper el silencio diciendo:

-Ah Kira, otra cosa.- tomo mis manos- a mi... me cambiaron la misión...

-¿Qué?- ¿Qué quería decir con eso?

-mi misión ya no es protegerte...

-¿entonces cuál es?

-esa es la cuestión, me dijeron que yo la descubriría con el tiempo y que tú me tienes que ayudar con ella.

-pero... - ¿CÓMO SE SUPONE QUE TE PUEDO AYUDAR EN ALGO QUE NO SE COMO TERMINARA? Ya me dolía la cabeza, no podía con la idea de saber que André ya no me protegería, estaría muerta en cuestión de días.

-igual te protegeré- dijo el rápidamente, como leyendo mis pensamientos- lo juro.

-pero... no entiendo- empecé a negar con la cabeza desesperadamente- ¿Por qué te cambiaron la misión?

André dulcemente sostuvo mi cara, parándome, tranquilizándome.

-porque...- cerro sus ojos y puso su frente con la mía, suspiro- me he enamorado completamente de ti...

Pude sentir una lagrima pasar por mi mejilla.

-está prohibido- siguió él- enamorarse de sus misiones, tú eras mi misión, y me enamore de ti... y ellos, son crueles...

-¿Quiénes son ellos?- le susurre.

-los encargados de todo esto, los responsables de que cada mes halla un persona muerta.

-si no cumples tu misión... ¿Qué te puede pasar?

-me veré adentrado a un castigo eterno... pero no me importa... resistirá cualquier castigo por ti.

-¿lo habrías hecho por Daniela?- sabía que era una estúpida por preguntar eso, pero no podía con la curiosidad.

-lo habría pensado...tal vez Dereck lo habría hecho, pero por ti... no tengo dudas...Te amo, Kira, haría cualquier cosa por ti.

"Te amo" palabras fuertes, cada día van perdiendo significado en este mundo, pero él lo dijo con tal intensidad que me hacía entender que no tenía ninguna duda respecto a sus sentimientos, y yo tampoco, eso lo sabía muy bien.

-André... -dije con firmeza- Te amo, siempre lo hare.

Nos besamos, de todos los que habíamos tenido desde que nos conocimos, este fue el más fuerte y dulce, este sería uno que no olvidaría.

-Te ayudare- le susurre- te ayudare con la misión, no me importa dónde nos pueda llevar o las cosas que puedan pasar, te ayudare.

****

Los siguientes días que pasaron curiosamente siguieron siendo normales, todavía no había tenido la oportunidad de ver a Lira pero André me aseguraba que ella estaba bien.

   Estuve pensando mucho, la mayoría de los pensamientos se fijaban en Samuel y André; En Samuel estuve pensando mucho, pensando en el destino que le esperaba, un destino igual que el mío, la muerte, estaba pensando en quien lo protegería, si el protector sería igual de bueno que el que yo había tenido, lo que me llevo a pensar también en ¿Quién sería mi protector ahora? ¿Estaré sola en esto ahora en adelante? ¿Ahora que André regreso, también regresara la criatura y... Dereck? A Dereck también seguía sin verlo. Estaban totalmente desaparecidos.

¿Qué me pasaría si le cuento la verdad a Samuel? ¿Tendría la muerte cruel asegurada o no darían rodeos y me matarían de una vez? Muchas preguntas sin respuesta pasaron por mi cabeza, estaba tan insegura que preferí dejar todo como estaba, y dejar que las cosas pasaran; De todas formas ya estamos muertos, ese es nuestro destino, no lo podemos cambiar siendo totalmente vulnerables.

  Lo que menos entiendo es como personas como Dereck que murieron precisamente por tener el don, no se defendieron o pusieron a la contraria cuando se hizo el llamado, haber protestado al menos; ¿Cómo sería matar a alguien de la misma manera que te mataron a ti? Ese pensamiento me puso nerviosa, porque tal vez, cuando muera, también tenga que elegir entre matar o proteger a alguien, y no creo que tenga la suficiente fuerza para matar a alguien y tampoco sería muy buena para proteger a alguien, es decir, no me puedo proteger ni a mí misma, entonces ¿qué sería de mi cuando llegue mi primer llamado?

-¿Es obligatorio?- le pregunte a André, estábamos en el restaurante, él siempre tiene que trabajar los fines de semana y la mayoría de las veces lo acompañaba, no me importaba cuan aburrida pueda llegar a ponerse la situación, siempre me había gustado verlo atender las mesas y cocinar, mientras me sonría y me guiñaba un ojo cada cinco minutos.

-¿Qué cosa?- él se había sentado a mi lado en su pequeño descanso.

-elegir- le dije- entre proteger y matar.

Él se quedó mirando a uno de sus compañeros por un largo rato, luego dijo:

-no lo sé, nunca nadie se había arriesgado rechazar algunas de las dos, hay rumores de que se te da un castigo eterno, pero nadie lo ha comprobado aun.

-¿y qué tal si...- no pude completar mi oración cuando vi a Samuel en la puerta, sudado y respirando bruscamente como si hubiera corrido kilómetros.

-¡Kira!- me miro luego miro a André y su expresión cambio de cansancio y desesperación a sorpresa-¡André, Hombre! Pensé que habías... tu sabes.

André me miro y sonrió.

-Al parecer todo lo pensaron ¿no?- dijo- Que falta es esperanza.-dijo burlón.

-¿Qué paso, Samuel?- le dije.-¿Por qué estas así?

-Estoy así porque...- tomo aire y luego dijo:

-Esa horrible criatura del lago apareció en mi casa.

El llamado de las almas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora