Camino hacia el altar

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-Lisa Mary Loud... ¿Quieres casarte conmigo...?

-¡Ay por Dios! ¡Ay por Dios! ¡SI! ¡Si quiero casarme contigo!

Él colocó suavemente el anillo en mi dedo y sin dejar que se levantara lo besé mientras seguía de rodillas.

-¡¿Porqué?! ¡¿Porqué diablos eres tan lindo conmigo?!

-Algo decente es lo mínimo que le puedo dar a la mujer perfecta.

Lo seguí besando por mucho tiempo, ni siquiera pude contar el tiempo, todo a nuestro alrededor se había detenido, sentí como si flotara, creí estar en el cielo he incluso sentí que me elevé del suelo unos centímetros, dime loca pero de verdad, por un segundo sentí que estaba volando, mis manos temblaban y se aferraban a él, dejé que se levantara y me envolvió en un lindo abrazo, cálido y lleno de amor, justo en ese momento supe que tenía todo, estaba tan feliz que comencé a reír a carcajadas, reí tanto hasta que se me fue el aire y me senté en el suelo.

-¿Estás bien cariño?

-Si Linc es solo que se me fue el aire... Wow... Oficialmente soy tu prometida... ¡Somos prometidos!

-Lo somos Lis, ahora no hay nada que nos detenga, somos solo tú y yo, por cierto también tenía planeada una cena ¿Quieres?

-Por supuesto.

Nuestras hermanas fueron las que nos atendieron, Lana fue la camarera y la que nos trajo la comida fue Lynn, Luna tocaba música muy hermosa y Lori solo nos hacía compañía, en realidad todas lo hacían pero ellas estaban impacientes, Lincoln y yo nos vimos entre risas y dijo en voz alta:

-Por cierto, dijo que sí.

-¡¿QUÉ?!- todas se sorprendieron de lo que había dicho pues parecía que en realidad ninguna sabía nada de mi respuesta así que les presumí mi anillo.

-Escuchen y vean hermanas, oficialmente soy la prometida de Lincoln, ahora seré la señora de Loud.

-¡Aw! ¡Son tan lindos!- todas nos estaban ovacionando, saltaban de alegría e iban de aquí para allá dando círculos.

-¡Eso significa que vas a cumplir tu promesa! ¿Verdad querida hermana?- me dijeron Lynn y Lola.

-Pero por supuesto que sí, necesitaré a mis madrinas en mi boda y por supuesto que Lola será quien me maquille en mi día especial y Lynn será mi dama de honor.

-¡Y tú, bobo! Más te vale no plantarla en el altar ¿Comprendes?- Lynn estaba amenazando a Lincoln, fue gracioso y todas reímos.

-No te preocupes, jamás la dejaría sola.

-Ni yo a tí cariño.

-Por dios me van a hacer diabética con tanta dulzura entre ustedes dos- dijo Lana.

-Pues lo siento por ti pero quiero decirle a mi prometido cuánto lo amo.

-De seguro se lo dirás en la cama.

-¡Lori no digas eso!

-¿Porqué? Si ya todos sabemos lo que pasa en esa cama... Es grandioso que aún no quedaras embarazada.

-Es muy pronto para eso, aún quiero disfrutar un poco a mi Lincoln.

-Y vaya que lo sabes hacer señorita ¡Ah! ¡Ah! Jajajaja- ese comentario de Luna hizo que mi cara se pusiera roja, Lincoln solo pudo voltear con vergüenza y mis hermanas estaban que se morían de la risa, a todas se les fue el aire y cuando pararon decidimos regresar a casa.

-Vaya que fue un día agotador ¿No crees Lis? Siento haberte hecho caminar tanto pero valió la pena y contrario a lo que crees no gastamos mucho, nuestro presupuesto no ha bajado casi nada y habrá que guardarlo para la boda y por cierto ¿Tienes en mente lo que quieres? Yo he planeado un par de cosas pero quisiera hablarlas contigo bien para ponernos de acuerdo... ¿Lisa?... ¿Porqué estás en ropa interior...?

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora