Un futuro distante

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Ir y venir, llegar e irse... Vivir y morir... La vida no tiene sentido sin la muerte, y la muerte carece de razón sin vida. Todo tiene un porqué, las razones de ser y de cómo las cosas suceden tienen una explicación. Los planes, cualesquiera que sean, aún si es el más perfecto de todos; si el cruel destino tiene pensado algo diferente, entonces nada tendrá sentido. ¿Podemos controlar todo lo que nos rodea? Claro que no. Pero, entonces, ¿Nos podemos controlar a nosotros mismos? Si es así, ¿Cómo hacerlo?, ¿Podemos sobreponer nuestros sentimientos a los de los demás? Y si lo hiciéramos, ¿Seríamos los malos por querer conseguir una vida mejor?

¡¿Quién no ha querido cambiar su intrínseco destino alguna vez?!

Dudo que exista persona alguna que jamás haya lamentado su propio actuar o su pasado. Y de serlo... ¿Entonces qué seríamos? ¿Qué podríamos cambiar? ¿Con quién cambiaríamos?

Royal Woods, Michigan, cuarto día del mes de marzo... Año... Cualquiera...

Una dulce chica canta como ángel desde la cálida cocina en la que suele preparar deliciosos platillos. Es joven, apenas tiene unos veintiocho años y tiene todo con lo que siempre ha soñado, incluso más de lo que jamás haya imaginado.

-La, ra la, la la ra la, la la- igual que esa bella niña del cuento de Blancanieves, aquella dulce, dulce mujer canta a la vida y a su resplandor el maravilloso día en el que despertó. Hace años que las pesadillas se fueron, bastantes más desde que las cosas no salieron según lo planeado. Un par de vidas vividas le muestran a cualquiera cómo seguir un mejor camino dependiendo del deseo y la ambición por conseguirlo. Ella lo sabe, su esposo lo sabe... Y sus pequeños lo saben.

-¡Yo estoy yendo más alto que tú!- coreaba al viento un pequeño de cabellos dorados y ojos cafés contra su hermana presumiendo de su largo alcance en aquel tierno juego.

-¡Pero yo voy más rápido!- contestó inmediatamente una hermosa niña con bellos ojos color miel tratando de mover sus cortas piernitas de enfrente hacia atrás -¡Viste!

-¡No es cierto!

-¡Que sí!

-¡Que no!

-¡Si!

-¡No!

-¡Si!

-¡No!

-¡No!

-¡Si!... ¡Diablos!- exclamó furioso aquel pequeño -¡Siempre juegas con mis ideas!

-¡Por supuesto! Es mi deber como tu hermanita.

-Si no fueras una chica te respondería como se debe.

-¡Oh! ¡¿Quieres intentar?!- no hubo un precio aviso o amenaza ¡Esa chiquilla saltó sobre su hermano mientras aún estaban sobre los columpios! Con un hábil movimiento lo derribó en el suelo y en menos de tres segundos ya lo había derrotado -¿Alguna palabra?

-Si... Eres una tramposa.

-Prefiero el término: "la mujer del plan".

-Te odio, Lisa.

-Me amas, Jr, lo sabes.

-¡Lincoln Loud Junior para ti! ¡Soy tu hermano menor! ¡Merezco respeto!

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora