X² + Y² = un mundo de mentira

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A las dos y media de la madrugada en Michigan por la autopista principal de un pequeño pueblito de Royal Woods cuando la gente entra en los sueños, los mapaches salen a robar los deliciosos platillos que la basura del vecindario les ofrece, a las horas en que los gatos maullan a gritos en los tejados es cuando la noche se vuelve mucho más fría, el helado soplido del norte del continente americano golpea suavemente la superficie del silencioso valle en el estado decembrino de aquel país capitalista. De entre tantos cientos de miles de millones de personas que aún así trabajan arduamente bajo la luz de la hermosa luna llena hay alguien especial, alguien que pese a la cruda realidad decide recibir el porvenir con una elegante sonrisa cristalina como el hielo, sus lágrimas no existen en sus ojos y en su lugar estelas de luz reflejadas de la vida láctea rebotan en sus cuencas haciendo de ella una vista perfecta. Cabello rojizo como las frutas, largo como las praderas y brillante al igual que el Sol; vestida con una gran bata blanca como simbolismo de su profesión conduce exhausta hacia su hogar el cual se encuentra solo a excepción de un gato y claro de BOB.

-¡Burn with me!
¡Heaven's on fire!

¡Wow! Kiss nunca pasa de moda, bueno creo que Tera tendrá que esperar por su cama nueva ¡Tengo que ir a la firma de autógrafos! Y tal vez... ¿Pero cómo lo hago? Tengo que pensar ¡Vamos piensa! Ahhh ¡Estúpida Paige pon a funcionar tu cere...! ¿Qué rayos? ¡OH POR DIOS ESTÁ MUERTO!- aquella psicóloga con cabellos como el fuego casi le aplasta las piernas a lo que ella creía que era un vagabundo, giró por pura suerte evitando al saco de huesos que permanecía inmóvil en el frío suelo -¿Debería bajar? ¡No! No... Bueno casi lo mato pero... ¡Ay! No lo sé ¿Qué hago? Bueno ni modo hay que volver a "ser buena" jajajaja pobre vagabundo, debe de tener historias increíbles- bajó de su auto enmedio de la noche con un spray pimienta en su mano porque ella será buena pero tampoco tonta, comenzó a apuntar su spray contra el indigente que estaba tirado en el suelo, alzando la voz dijo:

-¡Manos arriba! Po... Policía de Michigan...- al ver que no se movía lo pico con el pie para hacerlo reaccionar -mh parece que si está dormido- se acercó más y más al cuerpo que parecía casi muerto, su dulce voz comenzó a llamarlo para despertar -oye ¿Que dices si te llevo al albergue? Me desviaría un poco del camino pero... No, aguarda un segundo- movió un poco los trapos y telas que cubrían su rostro, no estaba sucio ni mucho menos olía mal, reaccionó de inmediato al darse cuenta de quién se trataba -¡¿Lincoln?! ¡On no esto es malo! ¡Ya lo maté!- y de repente Lincoln roncó desde el suelo -oh me equivoqué sólo está dormido pero tampoco te puedo dejar aquí y a decir verdad no quiero dejarte en un albergue ni tampoco sé dónde vives además que regresar al hospital sería un fastidio y en mi opinión profesional no te ves tan mal ¿Qué dices si te llevo a mi casa? Si estás de acuerdo no digas nada.

-...

-Entonces está decidido pero no te molestes si te golpeo al subir es que mi carro no es muy grande y siendo sincera yo no soy muy atlética jajajaja- tal y como le dijo azotó su cabeza un par de veces antes de lograr meterlo a su auto, unos moretones, golpes y raspones no eran nada a comparación de dejarlo dormir en el suelo -pero ya verás- le dijo mientras dormía -ay no ¿Qué dirá Lulu de esto? De seguro estás ebrio, agradece que te llevo porque de ser alguien más te habrían olvidado sobre la banqueta, digamos que es mi buena acción del día pero espero que me la pagues con todo y todo Lincoln Loud ¡Yo no hago nada gratis!
















-Y así te encontré, te traje aquí a mi cuarto y después gritaste como niña.

-Yo no grito como niña Paige.

-Jajajaja dilo hasta que te lo creas ¡Hoy fuiste la damisela en apuros!

-Jajaja supongo que a todos nos toca una vez ¿No?

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora