Samsara IV

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Sálvame mamá.
Lisa ¿Me dejarás quedarme con Lincoln? Primera parte

-Si tan solo pudiera... No, lastimarme ya no funciona. El último plan parecía ser perfecto, pero fue Mandee de nuevo quien se dió cuenta, ¿O acaso fue esa mala chica llamada Taylor? Casi nunca la veo excepto si no es para castigar mis intentos de escape y ni qué hablar del suicidio... Para empeorarlo todo la orden de la abogada Chang estipula que mi contacto con personas del exterior debe ser de nula a casi inexistente. Esa chica pensó en todo... Incluso tengo una dieta especial para no enfermar. Con una mano inhabilitada y las piernas enjauladas a esta boba silla de ruedas me siento como un... ¿Cómo me siento? A veces juro que puedo escuchar mis latidos e incluso el golpeteo de mis párpados al cerrar los ojos...  Y ni qué hablar de la oscuridad... Cuando apagan las luces... Los veo a ellos...

-Me das miedo...

-Oh... ¿Estabas aquí, pequeño?

-Desde la primera vez...

-Lamento que mis decisiones te hayan confinado a tomar compañía de mi persona por la fuerza.

-Como quisiera que Jean estuviera aquí.

-Yo también Michael, yo también.

-Harold, ¿Qué harías si pudieras salir?

-Supongo que... Tomaría el Sol, me daría un largo baño en la playa, iría con una linda chica para platicar, me comería una hamburguesa.

-¿Una de esas dobles que nos gustan?

-Exactamente mi amigo... Y supongo que sabes lo demás.

-¡No! ¡Ya déjalos en paz! ¿Qué no ves a dónde me llevaste? ¡Yo sólo quería jugar con Jean de nuevo! ¡¿No te acuerdas de esa noche que llegó llorando con nosotros?! ¡¿De verdad disfrutas hacer sentir así a la gente?!

-¿Crees que lo disfruto?... Ni yo mismo lo sé... A veces trato de... De... De persuadirme, de buscar otra cosa que hacer y en qué pensar, desearía no cargar con esta maldición que yo solo me impulse ¡Yo también sufro!... Sin embargo... Existe un lugar hermoso en dónde soy feliz... Cuando las personas me ven siendo ciegas, cuando gritan chirridos mudos y cuando tratan de salvarse creyendo en los milagros... No lo sé, Michael, simplemente soy alguien más. Desde que dormiste siento que el mundo es el único que nos odia ¿Qué no lo entiendes? Hago esto por ti, por nosotros. Allá afuera todos nos odian. Creí que estaba haciendo un buen trabajo con el FBI, pensé que este atroz actuar por fin podría ser usado para el bien, creí que ser malo con los monstruos era lo correcto. Mancillar de miedo los corazones podridos que solo sienten placer al hacer daño. Creí que de no haber juez en este mundo entonces alguien tendría que serlo...

-Pero tú no tienes derecho de juzgar personas. Jean decía que la vida se encarga de castigar a los malos y de premiar a los buenos.

-Ajá... ¿Y eso a dónde la llevó? Ahora Jean es un recuerdo, no podemos hacer nada salvo cuidar su recuerdo en tu corazón.

-¿Por qué en el mío?

-Eres... Mucho mejor persona que yo... Ahora me doy cuenta que en el camino para convertirme en el verdugo de los malditos que eran como mi padre fue que terminé por convertirme en uno... Me convertí en él...

-Una mujer dijo una vez: "darte cuenta es el primer paso", ¿Qué dices si ahora sólo confías en mí y yo lo hago por ti? Sé que tú nunca me lastimarías y yo jamás te haría daño.

-¿De verdad quieres confiar en alguien como yo?

-Si no confío en ti ¿Entonces en quién lo haré?

-Desearía tener tu ingenuidad una vez más... No creo poder redimir mis pecados, sin embargo, me gustaría hacer algo con lo que me queda de vida. Mas la realidad me pinta un camino distante, como el sotavento de altamar en verano... Si... Ahora sólo puedo hacer rimas y versos extraños, en prosa o haikus que nadie escuchará salvo tú...

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora