Svetloba

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CAPÍTULO 6

Harry Potter

Me atemorizaba ir al mundo mágico, cualquier cosa podía pasar, no sabía si los cambios se observarían de inmediato, o con el pasar del tiempo. Salí del hospital psiquiátrico y me aparecí en Hogwarts, el silencio se observaba a lo lejos, un claro cielo estrellado adornaba el fondo del lugar, y algunas lechuzas volaban con tranquilidad.

Fui hacia donde estaba descansando el profesor Snape, todo parecía sin ningún cambio, eso no me daba la valentía de ir al castillo, ni a Grimmauld Place.

Espero haber hecho lo correcto, profesor.

Me aferraba a la idea de que ella merecía ser feliz, y también él. En toda esa guerra consideraba que él había sacrificado más de la cuenta, había purgado sus pecados y faltas protegiéndome, Hermione había aparecido al fondo de toda esa oscuridad, siendo una pequeña luz en su vida, no tenía por qué haber más sacrificios, no en nombre de la pureza de la sangre, no por mí.

Narrador

Había cosas que se salían de las manos del pocionista, por ejemplo tener que quitarle la vida a gente inocente, presenciar torturas de personas que no lo merecían, sin embargo, su postura siempre era la misma, inquebrantable e indiferente, Voldemort ordenaba él obedecía, por el bien mayor, siempre se repetía. Tenía que jugar en ambos lados, en ocasiones se preguntaba realmente de qué lado estaba, sabía que al final de toda esa guerra no había espacio para él, ya había comedido muchos crímenes para que la Orden pudiera lograr la amnistía para él, y se encontraba muy asqueado para mantenerse del lado oscuro, sólo ansiaba el final cuanto antes, las situaciones fuera de control aumentaban cada día más, y él sólo parecía coleccionar malas decisiones.

Cerró los ojos con pesar al ver a la joven dormida en su lecho, no era un hombre que estuviera en celibato, acostumbraba a salir con algunas mujeres, nada serio para no comprometerse, nada intenso para seguir satisfaciendo sus gustos, relaciones esporádicas, donde se establecían los términos con anticipación, mujeres en su mayoría del círculo fuera de Hogwarts, de buen apellido y familia, que ya tenían un prospecto para perpetuar su linaje, y esas noches figuraban tan sólo como la diversión del momento, y el calor que sofocaba sus cuerpos, buscando ansiosos el placer.

Se maldijo entre dientes, esa niña sin lugar a dudas no entraba en ninguna de sus categorías, tomó algo, pensó toda la noche, se aseguró que no estuviera hechizada, así que lo descartó casi de inmediato, pero la interrogante seguía en el aire, cómo una jovencita como ella, la alumna más madura y centrada había terminado en su cama desnuda.

Por tu falta de ética y autocontrol, se respondió a sí mismo, la joven se removió inquieta y él se pegó a ella para que no despertara, había notado que si hacia eso, ella volvía a acomodarse y seguía durmiendo. Sabía que en cualquier momento ella se despertaría, había estado pensando en todas sus posibilidades, lo más probable que pasara es que ella se arrepintiera y lo culpara, nada que un obliviate no solucionara, podría confesar que alguien la había dado algún tipo de poción que inhibía el control de su cuerpo, o alguna poción que la pusiera sensible a las atenciones masculinas, cada idea era más descabellada que la otra.

Y todas esas ideas se fueron por la borda, cuando en medio de la noche pedía ser acompañada en la cama, no tenía una alternativa para eso, y no la tuvo al día siguiente cuando volvió a tener sexo con ella.

Debía frenar toda aquella locura, no era sano, ni ético, no debía arruinarle la vida a una mujer que comenzaba a vivir, e intentó decírselo de mil formas, los primeros días le hizo ver quién era, el papel que forzosamente tenía que representar cada día de su vida, el peligro al que se sometía cada noche que era llamado, cuando nada de eso funcionó, mencionó la edad, una edad inmensa recalcó en esa conversación, y cada vez que él ponía un pero, la mirada de ella se ensombrecía, entonces él empezó a sospechar que eso no era un capricho juvenil, si el peso de rechazarla era mucho, al descubrir la devoción que ella le tenía, le fue imposible abandonarla, no si ella pensaba que no podía corresponderle por su estatus de sangre.

No estoy preparada para perderte Editando (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora