Infiltrada

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CAPÍTULO 19

Hermione II

Cuando abrí los ojos las agujas del reloj marcaban las seis de la mañana, un suave picoteo se escuchaba en la puerta, volteé a ver al profesor Snape y dormía tranquilamente después de una larga noche llena de dolor y fiebre. Me llevé los dedos a los labios, cerré los ojos sintiendo aún la suavidad de los suyos, la sedosidad del beso, sus manos tomando mi cuello acercándome a él, un hombre lleno de furia, de enojo todo el tiempo, de pronto se transformó en paz, tranquilidad y calidez, su lengua entró un poco a mi boca, yo sólo me dejé llevar besándole. No sé cuánto duró, para mí fue fugaz y eterno, sólo recordé la agitación, esperé ver arrepentimiento en sus ojos, pero sólo acarició mi mejilla y a los dos minutos concilió el sueño.

Lo volteé a ver un poco asustada, él se molestaría conmigo por estar ahí, por haber permitido eso, ¿habrá creído que era otra persona? Me pregunté, pero me respondí de inmediato, claro que sí, de otra forma no se habría atrevido a eso, pero me dijo Granger, no lo sé, entonces la noche anterior tenía a un profesor delirando, yo era la persona razonada ahí y en vez de negarme, tomé la oportunidad. Me llevé las manos a la cara bastante preocupada, había besado a mi profesor, eso no estaba bien, estaría en problemas en cualquier momento, y lo peor de todo, me había gustado.

El suave picoteo se escuchó de nuevo, cuando abrí la puerta una diminuta ave de papel empezó a volar alrededor de mí inquieta, la tomé para abrir el mensaje, una delicada caligrafía parecida a la mía se observaba en tinta púrpura.

Mismo sitio

Emma

Tomé una túnica limpia del armario, buscando ocultar la sangre que tenía en la ropa, salí de los aposentos del profesor, caminé con silencio y precaución. La vi parada cerca de la reja, con una túnica parecida a la que yo llevaba, y unos jeans oscuros. Aunque luchara por ocultarlo, podía verla nerviosa, a pesar de que ella estuviera con Sirius, se notaba que aún quería al profesor Snape, me sonrojé cuando recordé la noche anterior, debería avergonzarme frente a ella, no había actuado adecuadamente, supongo que podría ser otro secreto que él y yo podríamos guardar.

Está bien —le dije al llegar, ella asintió—, llegó por la madrugada, pero nadie estaba en el castillo.

Hubo una junta, la guardia la hizo la profesora Sprout —me avisó.

Yo desvié la mirada, toda la noche anterior pasó frente a mis ojos en un instante, su cuerpo débil sosteniéndose del closet, su dolor, la sangre escurriendo por su cuerpo, su fiebre, entonces la rabia se acumuló en mi boca.

Supongo que la junta era más importante que mantener con vida al único espía que tienen, debió ser una junta con las más altas autoridades mágicas para que no te importe el hombre que finges amar —escupí con odio.

No soy la líder, Hermione —respondió—, no puedo tomar mis propias decisiones la mayoría de las veces, debo responder ante alguien.

Oh, sí, él también respondió ante alguien que casi lo mata.

Bajó la vista impaciente, realmente parecía que mis palabras no la afectaban en lo más mínimo, fingía pero no le interesaba lo que le pasara a él, veía mi frustración con indiferencia y eso me hizo enfadar aún más.

Yo no sabía qué hacer, y si él muere será mi culpa.

No te habría pedido el favor a ti, si pienso que eres incapaz —respondió con seriedad—, debes madurar más rápido si quieres ser útil en la Orden.

No estoy preparada para perderte Editando (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora