Conoce mi pasado

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CAPÍTULO 25

Hermione

Harry y Ron salieron de la chimenea ante la mirada inquieta del profesor, sabía que no estaba de acuerdo en eso, no confiaba en nadie, aunque francamente consideraba que eso rayaba en la exageración, ellos no dejaban de ser mis mejores amigos, se sentó en el sillón abriendo un libro titulado Flores mágicas silvestres, ellos se mostraron inquietos observándolo, yo bajé la vista sonrojada con el exceso de protección que observaba, no se me dificultaba mientras estuviéramos a solas, pero en ese momento mis amigos observarían su obsesión a mi cuidado.

Mi mamá te manda panecillos Hermione —comentó animado Ron.

Cuando los abrí desprendían un agradable olor a nuez y vainilla, los coloqué en la mesita de noche, Harry volteó a ver al profesor con desconfianza.

¿Será que podremos hablar con Hermione a solas?

¿Cuáles fueron las indicaciones de la señorita Thompson? —preguntó él sin despegar los ojos del libro.

Que Hermione no debería estar sola, pero estará con nosotros.

Eso es tan inservible como estar solo, que yo sepa el cerebro del grupo es ella, y se encuentra incapacitada aún —dijo con desprecio sin ver a ninguno.

La señorita Thompson dijo que alguien se filtró en la Orden, por eso hubo cuatro ataques en tan sólo dos noches, ¿sabe lo que creo profesor? —cuestionó con coraje, intenté tomarlo de la mano pero él ya se había acercado al profesor— que no hubo tal filtración, fue usted quien ordenó los ataques.

No fue él Harry —respondí firme, logrando captar la atención del profesor, me vio analizándome para ver fijamente a Harry, se levantó encarándose uno al otro.

Si hubiera ocurrido tal cosa, lo habría entregado a usted, no a ella.

Yo bajé la vista apenada, cuando él me veía sólo podía recordar aquel momento de debilidad donde nos habíamos besado, aunque ninguno de los dos había hecho mención alguna, el ambiente entre ambos se había relajado, ya no quería matarlo todo el tiempo y él parecía más relajado, y ya no huía de mi presencia como días anteriores.

Harry por favor, estoy completamente segura que él no hizo nada, no ha hecho otra cosa más que cuidar de mí —pedí— profesor, lo siento.

Tendrán la privacidad señor Potter, si tan solo hubiera llegado a saludarla se habría dado cuenta.

Harry quedó en ridículo cuando se acercó a mí y aquel hechizo nos brindó de una privacidad reparadora, bajó la vista sin ofrecerle una disculpa al profesor Snape. Él regresó a su sillón habitual sin despegarse ni un minuto, siempre estaba ahí excepto por las mañanas, las cuales yo aprovechaba para bañarme, después volvía a irse después de la comida, pero en las noches parecía que dormía ahí, nunca supe si dormía en otra habitación, o ahí, pero cuando yo despertaba él estaba ya bañado y arreglado en el sillón.

¿Cómo estás tan segura que no fue él?

Porque él me llevó a San Mungo —confesé, a ellos no podía decirle la verdad, que me había enamorado de él y que sentía que de alguna forma me correspondía— sino fuera por él, yo no estaría aquí.

¿Y tiene que cuidarte todo el tiempo? —preguntó Ron temeroso, yo sonreí.

No está aquí todo el tiempo —confesé— pero dice que hay cosas que la Orden no logra comprender y que hasta que no lo descubra, estaré vigilada, ya que soy a la única que lograron atacar.

No estoy preparada para perderte Editando (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora