Ceder

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CAPÍTULO 23

Severus Snape

Había pasado ahí toda la noche suplicando, en el mismo pasillo dónde se la habían llevado, observando de manera obsesiva la puerta por donde había cruzado. Cuando iba a amanecer la medimaga se acercó lentamente hacia mí mientras anotaba con una pluma en un cuaderno, alzó la vista hacia mí mientras mi corazón latía desbocado, bajó sus apuntes para cuestionar mi aspecto, omití la camisa manchada de sangre al igual que mis manos, la observé con dureza.

Medimaga Butler, señor Snape, pudimos salvarla —anunció con seriedad— pero está delicada, perdió mucha sangre y las heridas se niegan a cerrar.

Bajé la vista y me maldije, la torturaron con la maldición que yo había creado muchos años atrás, necesitaba sacarla cuanto antes, sólo yo podía ayudarle a recuperarse más rápido.

Quiero verla —exigí.

Está en la habitación 408 —respondió indicándome el camino.

Cuando entramos a la habitación ella descansaba en la camilla, estaba pálida y tenía un hematoma del lado izquierdo de la cara, parecía estar dormida con tranquilidad, su respiración era calmada, pero sabía que no podía engañarme, su situación seguía siendo crítica aunque ahora la viera "bien" sabía que no podía confiarme.

Cuando ella pueda resistir un traslado quiero llevármela —le indiqué.

Sería peligroso —respondió ella inquieta— estando sedada sigue sangrando, si la movemos...

Intentaron matarla, no voy a arriesgarme otra vez, en cuanto ella pueda soportar el viaje me la llevaré —volví a decirle firmemente— nadie salvo yo puede hacer las visitas, sin excepción.

Que yo tenga entendido usted es su profesor.

Y usted una medimaga solamente, haga su trabajo —ordené saliendo de la habitación.

En la recepción se encontraba Lupin, él tenía que traerme una poción para poder ayudarla, sino evitaba ese sangrado no podría moverla, cada segundo ella se hacía más débil. Nos alejamos de todos los que estaban a su alrededor.

Necesito que me consigas una poción, dile a Albus que me la traiga.

¿No la tienen aquí?

No —respondí sin querer dar más detalles— las pociones que le dan harán su recuperación más lenta, pídesela a Albus, la uso yo cuando llego mal, él sabrá cuál es, sólo dile que es para ayudar a cerrar las heridas.

Muy bien, regreso en cuanto pueda.

En cuanto ella resista el traslado me la llevaré —le informé— sé que debo averiguar quién hizo esto, pero no cometeré un descuido de nuevo.

Las protecciones aún estaban en la casa —me dijo.

Lo noté, quiere decir que estaban esperándola, debieron vigilar a sus padres por semanas esperando la oportunidad —siseé con impotencia— ahora debo mantenerla a salvo, una vez que la lleve a una casa de seguridad los buscaré.

No has preguntado por... Emma —me reclamó.

Supongo que está bien, ahora que Granger no está en peligro.

Sí, está en cama en estos momentos pero consciente —me informó.

Iré al cuartel en cuanto me sea posible —respondí inconforme.

No estoy preparada para perderte Editando (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora