No estoy preparada para perderte Editando (Sevmione)

La mujer de Snape

CAPÍTULO 18

Hermione

—¿Ya se fue? —le pregunté a Sirius saliendo de mi escondite, no habíamos contado con esa reunión que se había hecho en emergencia.

—Esta... algo molesto —me respondió sobándose la quijada— me atacó como si fuera un muggle, exige hablar contigo, que le des la cara y sabes Hermione... creo que es hora que tomes tu lugar en la Orden y no actúes escondiéndote.

—Sabes lo que él planea Sirius, me mandará a mi tiempo.

—Creo que ya es hora que sepa lo que hace tu varita, hablo en serio Hermione, en la próxima reunión Albus te quiere presente —salió del lugar dejándome sola, sin ponerse de mi lado por un segundo.

...

Caminaba de un lado a otro nerviosa, tomé mi estómago y parecía tener vida propia, parecía que iba a presentar el examen más difícil de mi vida, tomé la levita gris que me había comprado y me la puse, los botones me llegaban hasta mi cadera y más larga en la parte de atrás, cuando terminaba de ponerme las botas Remus subió disimuladamente.

—Ya todos están abajo —me avisó quedándose en la puerta.

—Nadie podrá detenerlo, está furioso —susurré sentándome.

—Él saca lo mejor y lo peor de ti, saca tu valentía, mira a dónde hemos llegado Hermione —me dijo acercándose—, no debes temerle, debe verte fuerte.

—De acuerdo.

—Sirius y yo te escoltaremos.

—¿Para que ahora piense que ando con los dos? —le pregunté con una sonrisa nerviosa.

—Eso lo mantendrá ocupado un momento —me dijo quitándome el camafeo—, vamos.

Cambie mis incontrolables rizos castaños por un cabello lacio color negro, con fleco un poco largo de las orillas, mi complexión seguía siendo la misma al igual que mi altura, mi piel blanca que iba muy de acuerdo con el cabello, mis ojos eran color azules y mis labios más voluminosos. Tenía puesto un pantalón color negro con botas de agujeta negras, una levita gris con botones negros y sólo mi varita a mi costado.

Bebí la poción con seguridad, y bajé las escaleras cuando ya todos estaban presentes, alcancé a ver al matrimonio Weasley y sus dos hijos mayores, varios agentes del Ministerio, Sirius, y profesores de Hogwarts, Lupin iba a mi derecha y Sirius cuidaba mi espalda, éramos demasiados, tanto que extendieron la habitación, al fondo estaba Dumbledore con Severus, sentí que tropezaría, mis manos casi temblaban.

—Hermione de este lado —me señaló Remus haciéndome reaccionar.

Me senté en el centro de la habitación, Remus continuó a mi derecha pero Sirius prefirió mantenerse de pie, tendría tres varitas contra la de Severus si se atrevía a volverme atacar, esta vez no toleraría que se metiera a mi mente, y mucho menos que me obligara a volver.

—Buenas noches a todos —saludé con formalidad, sin ver a nadie en particular.

—Buenas noches señorita, ahora estamos todos completos —comenzó el profesor Dumbledore— cómo ya les había informado la vez pasada, hoy se nos une la señorita...

—Emma Thompson —aseguré.

—La señorita Thompson es una integrante que nos ha ayudado a debilitar el poder de Voldemort, ha ideado algunos planes que pondremos en marcha de inmediato, lo primero era reunir un ejército lo suficientemente poderoso para cuando él regrese nosotros poder estar preparados y responder cualquier tipo de ataque.