Culpa

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CAPÍTULO 22

Hermione

Tomé el borde de la ventana con impotencia, arrojé el diario con frustración hacia el final de la habitación, una cosa era no haber podido salvar a Cedric, pero otra permitir el ataque hacia el señor Weasley, había oído llorar a la madre de Ron por media hora sin obtener consuelo, los vidrios de la ventana explotaron, aproveché el ruido para gritar. Una vez que lo hice respiré agitada, me di asco cuando pensé que podría aprovechar ese accidente y obtener el antídoto de la serpiente, era una persona repugnante, por ver un beneficio de un accidente de tal magnitud.

Remus entró rápido y vio el cristal en el suelo, sólo suspiré con indiferencia, él y Sirius eran los únicos que podían comprenderme, pero que me vieran inquieta o sorprendida me hacía sentir débil ante sus ojos, me giré y con la varita fui acomodando la habitación, él suspiró y cerró la puerta.

Cometí un error, y el ataque al señor Weasley es el menor de los problemas, hay que buscarle un oclumántico a Harry, no Severus obviamente.

¿Quieres darle a alguien el acceso a la mente de Harry? —me preguntó inconforme.

Remus eso no importa, Voldemort tiene acceso a la mente de él, necesitamos bloquearlo a toda costa —ordené— hay que hacerlo.

Caminé por toda la habitación inquieta, pese a que Remus intentaba calmarme nada podía con mi mal humor y mi estremecimiento, tenía tantas cosas en la cabeza que por un momento lo dejé escapar, ahora Arthur Weasley se debatía entre la vida y la muerte, mi compañero me ofreció una copa de licor que decliné con educación. No podía bajar y enfrentar a toda la Orden, había sido descuidada y estúpida, Severus no podría trabajar en el antídoto tan rápido, esa maldita serpiente, pensé impaciente.

Molly dijo que los medimagos le indicaron que está bien —me dijo Remus, buscando que me sentara de una vez.

No sé si soportaré matarla hasta marzo.

Tranquila, debes tener cuidado, tenemos en la casa a todos los Weasley y a Harry, nadie debe ver tu apariencia —me advirtió.

Ya lo sé —respondí hosca— lo peor va a ser cuando llegue ella.

Lo cual será mañana, Albus adelantó las vacaciones, todo esto nos tomó por sorpresa.

Hay algo que no está bien Remus —dije por fin inquieta— presiento que algo se me está escapando.

¡Basta! —gritó quitándome la poción que estaba a punto de tomarme— duerme, porque mañana llegarán todos, debes liderar esto antes de que nos explote en la cara —dijo con firmeza.

Hermione II

Llegué al cuartel en compañía del único miembro de la Orden que necesitaba ir, el profesor Snape, en cuanto salimos de la chimenea me alejé sutilmente, él sólo suspiró incómodo.

Gracias señor —le dije y me fui de su lado sin esperar su respuesta.

Me acerqué a Harry y acaricié su mano tranquilamente, él se alejó dolido.

Lamento llegar tan tarde —me disculpé sin abandonarlo— ¿cómo estás?

Preocupado.

El profesor Snape se alejó molesto a recoger las muestras que le habían llevado de la sangre del señor Weasley. Así como podía observar, el cuartel tendría que verse suspendido provisionalmente, ahora albergaba ahí más estudiantes que miembros, Harry se tomó con furia el cabello, mientras Sirius buscaba calmarlo inútilmente, todos los Weasley estaban distribuidos en completo silencio.

No estoy preparada para perderte Editando (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora