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La castaña soltó un suspiro, de lo aburrida que era la clase de biología. Agarró un papel de su libreta, lo agarró y lo arrancó, lo empezó a doblar y a jugar con él.

El cabello de la chica de enfrente se le hacía muy interesante y atractivo, ¿Cómo sería su rostro?, se preguntaba Jennie, ¿Qué mejor idea sería que tirarle el papel a la cabeza para que se volteé?

Sin pensarlo más, arrugó la hoja y en pocos segundos impactó con el hombro de la desconocida.

Sin embrago, ella respiro hondo y tiró el papel al piso, sin darse vuelta.

Bueno, eso no funcionó. Plan B... No hay plan B.

Jennie con su lápiz comenzó a acercarse un poco a la espalda de la chica de adelante, la tocó con el lápiz dos veces como un timbre. Aquella mujer tan llamativa se dio la media vuelta y se le quedó viendo.

Oh, Dios, es demasiado linda... y atractiva, uh, que bonitas pecas.

Carraspeó bajo y habló a susurros.

—¿Tienes corrector? la tinta de mi lápiz explotó un po...

Decidió callarse viendo como la chica de pecas se dió vuelta sin interes por escuchar la historia de su lápiz, sacó un corrector y se lo extendió.

—Gra...cias?— intentó agarrar el lápiz corrector que le extendía aquella chica, pero parece que ella se negaba a soltarlo.

—Ya estamos grandes para tirarnos papelitos y cartitas por detrás en clases aburridas, y usar la técnica del lápiz. Espero que soluciones tu problema con la "tinta que explotó".— dijo la desconocida observando la libreta de la contraria, que no había ni la más mínima mancha de tinta ahí, ni tampoco había empezado a escribir ni siquiera la fecha del día. Le entregó el corrector y volvió a darse la media vuelta, ignorandola toda la clase.

Las palabras de la desconocida hicieron que Kim se sientiera muchísimo más atraída por esta.

Joder, que misteriosa... me encanta.

She | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora