She | Jenlisa

𝟮𝟵

mini-maratón 1/5

Cuando se desocupó un poco el metro, aprovecharon de sentarse en un lugar de a dos.

Como el viaje duraba al menos media hora, Lisa recostó su cabeza en el hombro de la menor y se durmió, obviamente no durmió muy bien con toda la resaca, por poco vomitaba.

Así que aprovechó de descansar. Jennie abrazó a la contraria mientras dormía, no pegó ni un ojo en el transcurso. Si Lisa dormía y ella también, cualquiera podría robarles la billetera.

Así que se quedó viendo la ventana, de vez en cuando revisaba su celular y veía redes sociales.

Apagó el celular cuando una voz reconocida sonó cerca de ella.

—¡Kim!— una chica de castaño claro con unos reflejos azules le llamó.

Oh oh, era Haneul.

Si Lisa se despertaba y la veía, posiblemente malinterprete todo.

—¿Haneul?— preguntó Jennie sonriendo y la chica se sentó enfrente de ella.

—Hola Kim, ¿Si me recuerdas?— cuestionó sonriente mientras se acomodaba.

—Por supuesto, eres Son Haneul.— dijo asintiendo, y la contraria la imitó.

—Oh, ¿Ella quién es?— preguntó mirando a la Lisa durmiente de manera extraña.

Jennie la observó, asegurándose de que no esté despierta.

—Hmm, es mi novia.— respondió.

Haneul frunció el ceño.

—¿Ella no es la que te estaba tratando como la mierda?— interrogó fastidiada.

—No hables así de ella, se disculpó y ya está todo en el pasado.— contradijo la de cabello corto.

Son alzó las cejas pensándolo.

—No lo sé, tal vez está mintiéndote, no me sorprendería de ella.

Jennie tensó los dientes, ¿Porqué de repente decía todo eso?

—Ah, Haneul, ¿Vienes a saludarme o a criticar a mi novia?— Una Kim muy molesta defendió a Manoban, quién por suerte continuaba durmiendo.

—Oh, no digas eso, solamente quería intentar aconsejarte, la gente de hoy en día es muy extraña.

—Como tú, te estás comportando muy extraño.

—Claro que no, soy una persona realista, Lisa siempre ha sido una idiota.

Jennie suspiró.

—Joder, Haneul, si vas a seguir hablando mal de Lisa por favor hazlo con otra persona, no conmigo. Sé que Lisa jamás haría algo para lastimarme, ahora déjame en paz y vete a otro asiento.— protestó.

La castaña con reflejos azules se levantó del asiento, y le sonrió.

—Solo ten cuidado con la gente. Cualquier cosa, escríbeme, puedes contar conmigo. Espero tu llamada, cuando quieras podemos juntarnos.

Haneul le entregó un papelito con su número y nombre, después de dárselo se retiró, pero bajó del metro.

Dios, que confianza y seguridad, la conozco hace dos días, ¿Cómo actúa como si me conociera hace años?, bueno, besé a Lisa después de dos días de conocerla...

Es diferente.