𝟱𝟰

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Llegaron más tragos y platos con comida. Un poco de ramen para cada uno y las infaltables papas fritas.

—¿Tae va a venir?— preguntó Suji después de comerse una papa.

—Mmm...— Eun sacó su celular y empezó a escribir.— va a llegar en unos minutos, tenía que hacer unas cosas.

—Bueno, cuéntanos, ¿Que te sucede Kim?— Soorim miró a la mencionada y ella asintió.

—Fue todo un malentendido...— Dios, sí que estaba ebria, tenía la cabeza apoyada en la mesa mientras miraba a la nada.

Todos le prestaban atención, cuando un chico pelinegro alto cruzó la puerta de entrada y corrió a sentarse junto a ellos.

Jennie estaba muy ebria como para notar ver quién era.

—Entonces estábamos en un parque...- aclaró la garganta.— Cuando un enorme idiota va y me besa.— explicó sin más.

El pelinegro que acababa de llegar soltó una pequeña risita, a lo que todos lo miraron mal.

—¿De qué te ríes Son Taeyang?— El pelirrojo le pegó un manotazo en la nuca.

El se quedó callado y luego suspiró.

—Así que, ¿Alguien fue y te besó porque sí?— preguntó actuando normal.

—¡Exacto!— gritó Jennie sentándose con la espalda apoyada en el respaldo y miró al chico.

Para la suerte de el, no lo reconoció, sino lo habría golpeado hasta matarlo.

La castaña volvió a tomar, y Yejun le acarició la espalda para que no se fuera a atorar.

—Lo siento mucho por tu problema, espero que todo se resuelva.— Soorim se disculpó en forma de respeto y le regaló una sonrisa.

—Si le explicas lo que pasó, que no fue tu culpa, seguramente va a entenderlo y te perdona. Aunque no tiene nada que perdonar.

¿Taeyang aconsejándole para que se resuelva algo que él mismo provocó? Hmm.

She | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora