She | Jenlisa

𝟮𝟯

Lisa profundizó el beso mientras recorría su cintura con sus manos.

Estaban tan sumergidas en el beso que no recordaban que seguían en público.

Por suerte Jennie detuvo a Lisa antes de que hiciera algo más.

—Lisa... ¿No prefieres ir a mi casa ahora?— sonrió mirando su labios con deseo, Lisa sin pensarlo dos veces agarró de la mano a Kim y la llevó a la salida.

Ya se sabía el camino de memoria, de alguna manera.

Iban conversando y riendo, intentando esconder el deseo que sentían por ambas y las ansias que tenían por llegar a casa de Jennie.

No tardaron ni diez minutos en llegar.

Jennie abrió la puerta de su hogar, ambas subieron las escaleras rápidamente.

Cuando Kim se dio la media vuelta Lisa comenzó a besarla desesperadamente, como si llevara mil años sin verla.

La más baja estando de espaldas a la entrada de la habitación, abrió la puerta de esta.

Entraron mientras continuaban besándose.

Manoban no esperó más y desabrochó la camisa de la contraria, después la recostó en la cama y se subió sobre ella a horcajadas.

Jennie no se quedó atrás y retiró el pantalón de Lisa. Lo tiró al suelo.

Y de repente, todas las prendas estaban en el piso de la habitación.

Los gritos y gemidos inundaban toda la habitación y la casa. La cama rechinaba y el ambiente dentro del lugar era realmente caliente.

Fue la primera vez de ambas.

Después de casi media hora, ambas cayeron rendidas en la cama, se taparon con las sábanas y comenzaron a entrar en un profundo sueño.

Jennie con su cabeza apoyada en el pecho de la contraria, abrazando su cintura.

Mañana tendrían la resaca de sus vidas.