She | Jenlisa

𝟭𝟴

—¿Jennie?— susurró Lisa al reconocerla. Pero como la mujer era de sueño pesado...

A Manoban no le sorprendió que no se despertara.

No tengo ningún vaso de agua...

Miró a los lados para ver qué lanzar, se decidió por la almohada.

Con un poco de dolor la lanzó fuertemente, adolorida, pero seguía teniendo fuerzas como siempre.

La almohada le cayó en la cabeza, e hizo que levantara la cabeza abruptamente.

—¿Lisa?, ¿Qué?, No entiendo, ¿Que... hago aquí?... No entiendo nada... Cinco minutos más y me levanto mami...— balbuceó Kim adormecida. Y volvió a dormir.

Claramente aún no se había despertado, seguía soñando.

Lisa río leve, pero luego recordó lo que había pasado anteriormente con Jennie.

No puedo tratarla como la misma mierda y luego despertarla para decirle 'Mira, ¡Estoy bien!, ¡Te amo Kim!'

Pensó la de pecas mientras se volvía a acomodar con dificultad, y empezó a dormir.

(...)

A la mañana siguiente, Jennie se despertó, sus párpados pesaban, tenía mucho sueño, no durmió bien en la noche teniendo pesadillas con que Lisa moría siendo acuchillada, o en peleas con la idiota de Hyeri.

Refriegó sus ojos, se estiró, pero volteó y vió que Lisa no estaba en la camilla.

¿Qué? Ella estaba aquí...

Tenía una crisis, cuando vió a una bonita chica de pecas salir del baño con ropa normal, acomodándose la camisa al salir.

Esa camisa se le ve jodidamente bien...

Hicieron contacto visual, pero Lisa bajó la cabeza y comenzó a poner sus cosas en una mochila.

—¿Lisa adónde vas? Debes hacer reposo, tus heridas aún no sanan...— habló Jennie preocupada, se levantó intentando hacer que la más alta se detenga.

Pero obviamente no lo hizo.

¿Estaba haciéndole la ley del hielo?

—Lisa Manoban, salvé tu vida, ¿Y vas a ignorarme?, ¿A qué tipo de persona besé?, ¡Dime algo maldita sea!— refunfuñó una Kim muy molesta.

Lisa la miró sin expresiones, como siempre.

—No pedí que fueras a buscarme cuando me fui para besarme.— dijo cerrando su mochila y se la puso con dificultad haciendo muecas de dolor.

—¡Eso no importa!, ¿¡Si ves!? ¡Aún te duele, debes quedarte aquí!

La de pecas la ignoró por completo, y caminó a la puerta de la habitación, pero antes de marcharse por completo habló.

—Gracias.

Eso fue todo lo que dijo, y se fue.

Terca de mierda... La adoro.

(...)

Pasó literalmente otra semana más. Por suerte Hyeri y Rosé fueron encontradas, ambas están expulsadas de la universidad.

Mientras Jennie entraba a clase de biología, escuchaba gritos de emoción por fuera del salón, entró curiosa y vió a todos los alumnos contentos.

—¡Jennie! ¡Hasta que llegas!— gritó la bióloga con una sonrisa, Kim se sentó y preguntó.

—¿Porqué están tan felices?

—¿Que no te enteraste? Faltan cinco días para que pasemos al tercer año, y van a celebrarlo con una fiesta, con alcohol.— un chico que se sentaba detrás de Jennie le explicó todo, resaltó "Alcohol".

Alcohólicos...

—Ahhh... está bien, supongo que no iré, no me gusta beber.

—¡La fiesta será mañana, confirmen quién irá para tener todo calculado!— gritó una chica que desconocía, pero al parecer la fiesta sería en su casa.

Jennie se lo pensó bien.

Si voy, no sería taaan malo, tendré una mejor vida social, y beber no está tan mal... la última vez que bebí fue... oh, el mes pasado.

Y terminé sin zapatos.

—¡Yo voy!— dijeron varias personas del curso.

La chica iba anotando persona por persona en un papel.

—¡Yo también voy!— se lanzó Jennie, mientras otras personas gritaban lo mismo también.

—Yo voy.

Una voz reconocida para Kim sonó en el salón. Aja, Lisa también se apuntó.

Esto va a terminar tan mal...