CAPITULO 15: SEGUNDA CITA Y UN HERMANITO

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*Un día antes*

-¿Qué le diste?- preguntó con seriedad el ojiperla.

-¿Por qué?- Preguntó el castaño.

-¡No se te a despegado desde ayer!- exclamó frustrado.

-¿Está bajo un genjutsu?- Preguntó kakashi a Itachi.

-Para nada, al parecer Naruto corresponde a Kiba- dijo y miro al rubio que recién entraba a la guarida.

-¡Buenos días!- exclamó- Shika, ¿Quien es el siguiente?.

-Sasuke.

-Descubre que le dió- susurró el ojiperla.

*Actualidad*

Sasuke y Naruto caminaban tomando cada uno una mano de la castaña la cual iba platicando lo que había hecho la semana anterior con su papá Kiba.

-Tambien un día nos compro ramen, ¡Ah! Y me ayudó con mi puntería e hizo un Kunai y un shuriken de hoja de palmera- contó con emoción.

Sasuke pudo notar como la sonrisa de Naruto se volvía suave con cada palabra que decía la menor.

-¿Enserío?- Preguntó a la menor- tal parece que Kiba es genial.

-Lo es- murmuró él rubio- pero esta semana es tuya, así que tratemos de dejar de lado a Kiba, centremonos en ti.

-Cierto- habló la menor- ¿Que te gustaba hacer en Konoha papi?.

Sasuke sintió un vuelco tras aquellas palabras, él realmente la quería como su hija, por lo que el hecho de que le llamara papi o papá, lo hacía sentir una felicidad inimaginable.

-Pues no hacía mucho, normalmente me la pasaba con mi equipo en misiones o entrenando, no hacía gran cosa- dijo y la menor asintió.

-¿Que te gusta de mi mami?.

Ante tal pregunta ambos se miraron a los ojos con un leve sonrojo.

-Si te soy sincero no hay algo en específico, es que todo él me gusta, tu madre es un chico bastante enigmático y misterioso, con una simple mirada supo llamar mi atención desde la primera vez que lo ví, y yo tenía trece años cuando eso pasó- dijo y la menor sonrió con un sonrojo.

-Cuando sea grande quiero conocer a alguien que me quiera como tú quieres a mi mami- dijo y le sonrió de nuevo- ¿Y tu mami?.

-Yo ¿Qué?- Preguntó el rubio.

-¿Qué te gusta de mi papi?.

Naruto miró al azabache y luego a su pequeña para sonreír con ternura.

-No lo sé, cariño, pero no deja de gustarme- admitió y miró al azabache.

-La abuela Khonan dice que cuando te gusta alguien sin saber que es lo que te atrae, es porque su amor es verdadero- dijo y ambos mayores miraron al frente- ¿Ustedes se aman?.

-Definitivamente amo a tu madre- respondió el ojinoche- pero sé que para tu madre aún es difícil responder esa pregunta, así que dejémoslo que con el tiempo encuentre una respuesta.

-¡Bien!- Exclamó y corrió hacia una bola de nieve enorme- ¿Podemos hacer un muñeco de nieve?.

-Por supuesto- respondieron ambos.

Su día pasó con rapidez, entre preguntas, respuestas y pendientes. Al volver a la guarida, Sasuke y Naruto llevaron a la castaña a su habitación donde la menor perdió conciencia alguna pues el cansancio había acabado con ella.

MI ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora