CAPÍTULO 2: KAKASHI

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Naruto caminaba tranquilo por las calles robando miradas de uno que otro chico y algunas mujeres que afirmaban su parecido con el cuarto Hokage.
Sin prestar atención a los comentarios, el rubio siguió su camino hasta llegar a los rostros hokage donde tomó asiento sobre la cabeza de su padre.

-Hola, papá- dijo y miró al frente- finalmente estoy aquí, en la aldea por la que dieron la vida...

Estudió la aldea desde su posición, a su parecer no era nada bonita, solo era una aldea más.

-¿Qué fue lo lindo que le encontraste para hacer esto?...

Iba a seguir hablando pero el sonido de un vago caminar lo hizo callar y girar el rostro. Cerca de ahí caminaba el peliplata con un libro naranja.

-¡Hola!- saludo y le dió una sonrisa de ojo.

-Hola- respondió.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó y se acercó a él.

-Quería estar solo pero allá abajo llamaba mucho la atención- dijo y se encogió de hombros.

-Ya veo- dijo el mayor y se acercó peligrosamente al rostro del menor- ¿Sabes? Yo no podría evitar hacerlo también, menos si me encuentro con los mismos ojos azules que hace tres años se andaban paseado junto a unos criminales.

Naruto sintió algo de nervios pero no lo demostró.

-¿Hace tres años?- Preguntó inocentemente.

-No finjas que no lo sabes- dijo y se sentó junto a él- a mí no me puedes engañar, recuerdo perfectamente esos ojos tuyos, y misteriosamente también te llamas Naruto, como aquel niño.

El rubio no había apartado la mirada, ya lo habían atrapado pero encontraría alguna manera de salir de esa.

-Supongo que ahora irás y le avisarás a la hokage- dijo y se encogió de hombros.

-No.

El rubio lo miró como si estuviese idiota. Acababa de descubrir que él era parte de una asociación criminal que seguramente provocaría un caos y asesinaría a muchos ¿Y no le diría a nadie? Vaya idiota, y él llegó a creerlo más listo.

-Sé lo que estás pensando- dijo el mayor- pero no me tomes por idiota, tu tienes algo que me interesa, y no te dejaré ir sin antes descubrirlo.

El peliplata giró su rostro haciendo que ambos se encontrarán a pocos centímetros.
Naruto acercó su boca al filo de la máscara y la tomó con sus dientes para bajarla y poder ver el rostro del peliplata.
Con una risa coqueta se acercó hasta los labios del mayo.

-Eres realmente lindo, lástima que tengamos que ser enemigos- pasó la punta de su lengua por los labios del peliplata- me da pena saber que llegará el día que tenga que acabar contigo.

Dejando algo desconcertado al Hatake, Naruto saltó desde donde estaba, dejando al otro con un enorme sonrojo y la mirada perdida.

-¿Enserio lo hiciste, cachorro?- Preguntó el zorro en su interior.

-Callate, con algo tenía que distraerlo.

-Espero que el pelos de brocha no se sienta importante por aquello y comience a buscarte.

-Más le vale que no, o Papá lo asesinará- dijo y siguió su camino hasta la torre hokage.

-¡Naruto!- exclamó la pelichicle en la puerta- ¡Que bueno que llegas!.

El rubio solo alzó su mano como saludo. Inmediatamente el Inuzuka se acercó a él.

-¡Naruto! ¿Cuánto tiempo sin vernos?- dijo y pasó su brazo por lo hombros del rubio- ¿Vienes a participar en los exámenes?.

MI ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora