MI ÁNGEL

CAPITULO 4: NEJI Y DEIDARA

-Mgh~... Neji.

El nombrado apretaba su trasero mientras su lengua recorría su cuello.
Si, ya comenzaba a gustarle el probar a los chicos de la aldea, Kakashi y Sasuke habían sido los primeros, aunque a decir verdad le gustaría saber que son capaces de hacer si los lleva al límite, justo como lo hacía ahora con el Hyuga quien ya comenzaba a sacarle la playera.
Sus manos se paseaban por el torso desnudo del rubio quien movía sus caderas sobre su miembro erecto.

El castaño lo levantó un poco y sacó su última prenda haciendo que ambos quedarán desnudos.

-Date prisa- gimoteo el rubio.

Neji sonrió y comenzó a besarle las clavículas, sus manos pasaron de sus caderas a sus glúteos, separandolos y comenzando a tentar la entrada del rubio quien enterró sus uñas en los hombros del Hyuga.
Debido a la lubricación natural que el rubio emanaba de su entrada, el primer dedo entro haciendo que un gemido saliera de los labios del Uzumaki.

-Carajo Neji, si no te das prisa te juro que me iré- murmuró y movió las caderas en busca de más contacto.

El segundo dedo entró y con movimientos de tijera comenzó a preparar mejor al rubio quien comenzó subir y bajar.
Naruto ya se estaba desesperando, este chico era demasiado aburrido, seguro que Sasuke o Kakashi no hubieran esperando tanto y ya estarían en el segundo round.

Naruto rodó los ojos y se levantó haciendo que los dedos del castaño salieran de su entrada.

-¿Qué...?- habló confundido y miró al rubio- ¿Qué haces?.

Naruto ya se estaba vistiendo y Neji lo miraba mientras buscaba su ropa.

-Me voy- dijo el rubio y abrió la puerta para revisar el exterior- a la próxima deberías apurar las cosas, no me gusta esperar.

Naruto salió y acomodó su cabello.
Habían estado encerrados en un almacén de la academia Ninja. Naruto recorría de nuevo la aldea y está vez terminó en la academia donde se encontró a Neji quien le dió un pequeño recorrido en las instalaciones, hasta que terminaron en el almacén de limpieza explorando el cuerpo ajeno.

-Tsk, tengo que arreglar esto de alguna manera- pensó y se miró la entrepierna.

-¡Naruto! ¡Qué sorpresa!- escuchó una conocida voz y sonrió.

-Kakashi- dijo en modo de saludo.

-¿Qué haces por aquí?- Preguntó el peliplata.

-Sólo paseaba- dijo y se acercó al mayor- estaba algo aburrido, bueno, en realidad sigo aburrido, me gustaría hacer algo interesante.

El mayor lo miró pícaro, la mirada lasiva del rubio le pedía que siguieran con lo de la última vez.

-Podría ayudarte - dijo y Naruto le sonrió- si me permites tomar el control.

-Podrías tomarlo- dijo se acercó a su pecho- pero déjame decirte algo.

Comenzó a tocar su pecho por encima el chaleco.

-No me gusta que me hagan esperar- dijo y acercó sus labios a los del mayor- ¿A dónde me llevarás?.

-A ningún lado- dijo alguien detrás de ellos y los separó- ¿Qué crees que haces, Naruto?.

-Yu- saludó el peliplata.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó el rubio.

-Te estaba buscando- dijo y apretó su hombro- tenemos cosas que hacer.

Con una mirada bastó para que el rubio entendiera el mensaje.

-Comprendo- dijo y miró al peliplata- será para la otra.