CAPITULO 21: HERMANITO Y LA DECISIÓN DE NARUTO

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Habían pasado al rededor de cuatro meses, Naruto no había vuelto a ninguna misión debido a su embarazo y ahora dedicaba completamente a Midori y sus entrenamientos, los cuales habían ayudado en mucho.

-¿Que hago ahora tío Haku?- Preguntó la menor.

-Entra a uno de los espejos- dijo y la menor asintió.

Kakashi los miraba con preocupación, era la primera vez que su princesa haría aquel jutsu, temía que no pudiera.

La castaña apareció en el resto de espejos sorprendiendo a Naruto, quien aunque ya sabía cómo funcionaba el jutsu, seguía maravillandose con todo lo que su hija aprendía.

-Ahora tienes que trasladarte de un espejo a otro, solo brinca hacia el que tú quieras- explicó y le dió algunas bolas de nieve- lannzamelas cada que salgas hacia otro espejo. A comparación mía, tu verás como todo pasa en cámara lenta, no te esfuerces mucho, gastarás mucho chakra.

-Te equivocas- interrumpió Jiraiya- es una Uzumaki, sus reservas de chakra son infinitas.

-No es del todo Uzumaki, y yo tampoco, pero aún así su chakra es aún más que el de cualquier persona- dijo y el pelinegro asintió.

-Bien, entonces dalo todo- dijo y le dió la señal.

Midori comenzó a entrar y salir de los espejos mientras la bolas de nieve impactaban sobre Haku quien trataba de desviarlas sin éxito, pues aunque fuera su propio jutsu, la velocidad con la que iba, solo la podría ver alguien con el Sharingan.

-¡Naru!- exclamó la Pelichicle quien corría hacia ellos- estoy lista, ya podemos hacerlo.

-¿Que cosa?- Preguntó Obito.

-Me hará un ultrasonido para saber el sexo del bebé- dijo sobando su abultado vientre.

-Voy contigo- dijo el peliplata y lo ayudó a parar.

-Tomemos un descanso para ir a conocer al bebé- dijo el pelinegro a la castaña quien miraba al resto desde un espejo.

-¡Vamos!- exclamó y salió del espejo.

Midori corrió hasta Kiba y lo tomó de la mano, el mayor la cargo y dejó un beso en su mejilla.

-¿Que quieres que sea el bebé?- Preguntó Kiba.

-¡Quiero que sea niño!- exclamó con emoción- ¡Para poder entrenarlo!.

-Por cierto- habló la pelichicle con mirada picara- aún no te decides por uno.

-Si te soy sincero no puedo decidir por uno solo- dijo tomando un tono carmesí en las mejillas- es que... Bueno... Ya sabes.

-No- dijo aún con la sonrisa- no sé.

-Es que...- murmuró y se aclaró la garganta- me gustan... Ellos.

-Ellos... ¿Quienes?.

Naruto volvió a aclararse la garganta y murmuró algo que la ojijade no logro comprender.

-Perdona, no entendí.

-Me gustan todos- susurró y se volvió más rojo.

-Pero que zorra- dijo el pelinegro que iba a su lado.

-¿Otra vez con eso?.

-Lo siento, Naru, es que me das razones para llamarte así- dijo encogiéndose de hombros- solo que está vez si quieres que te digan que te aman.

Siguieron su camino hacía la guarida dónde Karin, Hidan, Kakuzu y Khonan los esperaban.

-¡Abuela!- exclamó la menor y bajó de los brazos de su padre- ¡¿Adivina qué?!.

MI ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora