Mew marcó el número del profesor y esperó impaciente a que éste atendiera el teléfono celular. Después de cinco llamadas ignoradas, el arquitecto ya se había empezado a preocupar, puesto que no era propio de Gulf no contestar cuando se le llamaba.
Aquello hizo que el corazón de Mew se contrajera con inseguridad, pero se relajó sobremanera cuando al otro lado de la línea una linda voz atendió.
— Hola — saludó Gulf.
«Al fin», pensó Mew.
Respiró profundo tratando de que su voz sonara lo más serena posible, porque no quería que el profesor supiera cuan preocupado había estado porque no contestaba sus llamadas.
No quería que supiera que era sumamente importante para él...
— Al fin contestas, estaba preocupado por ti — explayó, golpeándose mentalmente porque aquello no había salido según lo pleneado.
Gulf rió suavemente al otro lado de la línea, y dió gracias al cielo que Mew no lo pudiera ver porque su rostro ardía de vergüenza en un rojo carmesí.
«Mew se preocupa por mí», se dijo, con un regocijo que no le cabía en el pecho. Después de todo, aquello era una muestra de cuan importante se estaba volviendo para el arquitecto, y Gulf adoraba que fuera así.
Su corazón se estremecía contento sabiendo que él era importante para el hombre del que estaba perdidamente enamorado...
— Lo siento por no tomar la llamada antes — excusó el profesor en un susurro suave y apacible, calmando automáticamente los nervios del otro —. Había dejado el teléfono en el salón de la academia y me regresé a buscarlo.
Mew asintió aunque éste no lo pudiera ver.
— Está bien, lo entiendo — dijo —. Entonces, ¿aún no estás en casa, cierto? — indagó casualmente.
— No, aún no — contestó el profesor —. ¿Por qué preguntas eso?
Mew sopesó si era prudente proponerle lo que tenía en mente, tomando en cuenta que su relación nunca había ido más allá de los besos y las caricias compartidas en el elevador. Pero se dijo que si no hacía el intento no podría saber si Gulf estaba dispuesto a ir más allá de eso o no.
Por lo que tomó un largo respiró y se dignó a hacer la propuesta.
— ...Yo... Yo quiero hacer el amor contigo, Gulf — soltó casi en un grito nervioso —... ¿Te gustaría hacerlo conmigo?
Y aunque Gulf pudo haberse impactado por ello, no lo hizo. Sabía que en cualquier momento Mew querría dar un paso más adelante en lo que sea que tuvieran. Y él, honestamente, también lo deseaba. Por lo que no se lo pensó mucho y dijo;
— Me encantaría hacer el amor contigo, Suppasit.
(...)
— ¿A dónde se supone que me llevas? — indagó Gulf con preocupación al ver que Mew se alejaba cada vez más del centro de la ciudad.
La noche ya había llegado hacía media hora, por lo que se preocupó aún más dejando a Bright totalmente solo en el apartamento, porque sabía que éste cuando se aburría le gustaba hacer travesuras y sin su supervisión temía que ocurriera una tragedia.
— No te preocupes, ya casi llegamos — tranquilizó el arquitecto.
Minutos más tarde llegaron al desvío de la ciudad, donde tomaron una ruta totalmente diferente a la que se tomaría para salir de Bangkok, y se adentraron a una villa privada en las orillas del campo.

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Opuestos ➻ Mewgulf.
FanfictionMew Suppasit es un arquitecto adicto al trabajo, comprometido y meticuloso con los detalles. También es incapaz de concentrarse si no hay absoluto silencio. Gulf Kanawut es un compositor y pianista consumado que no puede vivir sin música, por eso s...