Gulf sabía que no era correcto, sin embargo, lo estaba disfrutando muchísimo.
El «Esta será la única vez» había quedado en el olvido la siguiente vez que el par de vecinos se encontró "casualmente" en el ascensor. Ni siquiera tuvieron que decirse nada para entenderse perfectamente. Bastó con que Mew lo mirara a los ojos y Gulf saltó sobre su cuerpo, enganchándose sobre las caderas ajenas con sus piernas aferradas al rededor.
Mew también parecía habarse olvidado de su «Solo por hoy», puesto que no se negó a volver a besar los labios contrarios cuando tuvo la oportunidad. Sus manos inquietas disfrutaban el recorrido en cada encuentro y, honestamente, quería más de todo aquello.
— Mmmh~ — gimió el menor de ambos. Mew sonrió satisfecho.
— No parece que me odiaras, disfrutas de mis besos — susurró el moreno contra los labios ajenos.
Gulf se sonrojó hasta la médula, sin embargo, no lo negó.
— ... Cállate y no me muerdas.
— ¿Por qué no te puedo morder? Me gusta hacerlo.
Aunque a él también le gustaba que Mew lo hiciera, no podía aceptarlo. Su hermano le había cuestionado sobre la última marca que Mew había dejado sobre su cuello y Gulf tuvo que ingeniárselas para hacerle creer a Bright que solo era la picadura de un mosquito.
Un mosquito grande, alto, moreno y malditamente atractivo.
El mosquito más sexy que Gulf había conocido.
— Porque no quiero que mi hermano me haga más preguntas con respecto a las mordidas en mis labios y cuello — susurró con falsa molestia.
Mew se separó de él para poder verle a los ojos. Aunque al principio Gulf pensó que dicho acto se debía a que Mew se había molestado por su protesta, se relajó cuando éste le regaló una hermosa sonrisa de lado.
— Pero quiero dejar mis dientes marcados en tu hermosa piel — dijo, haciendo un tierno puchero que estuvo a punto de convencer a Gulf de dejarse marcar por completo de aquel atractivo hombre.
Pero no podía...
Aunque quería...
— Te dije que no puedes — protestó infantilmente.
Mew quería comérselo a besos y mordidas.
— ¡De acuerdo! — aceptó a regañadientes. Bajó a Gulf de sus caderas y pulsó el botón del quinto piso, antes de acomodarse el traje y peinar su cabello.
Gulf refunfuñó enojado ante aquella acción, puesto que él quería seguir con la faena de besos.
— ¿No seguirás besándome sólo porque no quiero que me marques? — se quejó con indignación.
Mew agitó la cabeza y se acercó a él para regalarle un último pero delicioso beso.
— No te seguiré besando porque hemos estado en el ascensor por más de media hora y alguien podría reportarlo al portero — explicó, y en ése momento las puertas del ascensor se abrieron. Mew salió y caminó unos pasos antes de volver a girarse y mirar a Gulf quien se había quedado dentro — Si queremos seguir con esto, deberiamos buscar un lugar más adecuado — dijo, y dicho lo dicho siguió su camino.
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Opuestos ➻ Mewgulf.
FanfictieMew Suppasit es un arquitecto adicto al trabajo, comprometido y meticuloso con los detalles. También es incapaz de concentrarse si no hay absoluto silencio. Gulf Kanawut es un compositor y pianista consumado que no puede vivir sin música, por eso s...