— Por favor, déjalo pasar — suplicó Zee, saliendo de la espalda ajena.
Mew le regaló una mirada llena de furia que lo hizo temblar de pies a cabeza, y no era precisamente de la mejor manera.
Zee tragó seco.
— ¿Por qué lo has traído hasta aquí? — inquirió el arquitecto mayor con un deje furioso en el tono.
Todos los presentes se encogieron, incluso Zee retrocedió un poco, temiendo que Mew se abalanzara contra él. Aunque Mew nunca lo había hecho porque se catalogaba como una persona tranquila y amable, igual no descartaba la idea que algún día pudiera ocurrir tal acto.
— ...Yo no lo he traído, te lo juro — se apresuró a decir —. Éste tipo está tan loco que me ha seguido hasta aquí y no he podido hacer nada para detenerlo — mintió, excusando el haber llevado a esa persona hasta allí.
Gulf, que se había mantenido en silencio hasta ése momento decidió hablar.
Había ido hasta allí para hacerlo, y no se quedaría callado en absoluto.
— No lo culpes — dijo al fin —. He venido por mi cuenta, Zee no tiene nada que ver en esto.
Mew guardó silencio sin saber que decir, en cambio se hizo a un lado y dejó que los presentes pasaran. Fue allí donde se dió cuenta que ni Zee ni Gulf estaban solos, puesto que los acompañaba el hermano menor del último mencionado.
Sin embargo, no dijo nada, y dejó que el chico también se adentrara, porque esta vez estaba él presente y no habría manera de que le pudiera hacer daño a Win.
Y de querer hacerlo, Mew lo defendería con su vida.
En ése momento, y como si lo hubiera llamando con la mente, Win apareció junto a él, y pudo notar como el cuerpo de su hermanito empezó a tiritar de miedo y ansiedad. Era obvio que la presencia de aquel chico no era agradable para él.
— Creo que es mejor que me marche ahora — comentó Zee cuando la tensión en el ambiente era demasiado alta como para ser tolerable.
Salió casi corriendo y sin esperar a que Mew dijera nada, pues temía que éste le ordenara estar presente porque él no sabría como manejar tal situación.
«Afortunadamente no es problema mío», se dijo mientras subía al auto a toda prisa.
Mientras que en la cabaña las cosas no eran mejores para ninguno. La tensión cada vez crecía más y más, hasta convertirse en una burbuja abrumadora y asfixiante. Porque lo era. El mismo Mew sentía que sus pulmones sé quedaban sin aire debido a la densidad en la atmósfera.
Era malditamente insoportable.
— Y bien... — comenzó Mew —. ¿Qué haces aquí? — dijo dirigiéndose directamente a Gulf.
Bright se mantenía en silencio observando a Win quién se mantenía oculto a espaldas de su hermano por miedo a salir lastimado.
«Es un ángel y lo he lastimado», pensó Bright con dolor, viendo el miedo brillar en los ojos del pequeño rubio.
Lucía hermoso, más que nunca, y él no podía apreciar aquella belleza debidamente gracias a sus acciones. Gracias a que había sido juez y verdugo injustamente de quién menos tenía que salir lastimado. Se arrepentía tanto por sus actos, pero nunca era demasiado tarde... ¿verdad?.
— Mew... ¿podemos hablar afuera? — pidió Gulf, sonando casi suplicante, y aquello era mucho para él siendo una persona tan ególatra y orgullosa.
Sin embargo, sabía que Mew merecía que perdiera un poco de su altividad y se la jugara por él. Después de todo... Él también lo había lastimado.

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Opuestos ➻ Mewgulf.
Fiksi PenggemarMew Suppasit es un arquitecto adicto al trabajo, comprometido y meticuloso con los detalles. También es incapaz de concentrarse si no hay absoluto silencio. Gulf Kanawut es un compositor y pianista consumado que no puede vivir sin música, por eso s...