En el pasado..., por accidente!

Capítulo 20: "Lorcan Longbottom"

Un chico bastante alto, guapo, y de cabello rubio, subió al escenario y conjuró su garganta. Miró la mesa de los leones, y luego, la de los tejones. Sonrió con tanta ternura y perfección, que mas de una se vió obligada a contener un suspiro.

-Buenas tardes, Hogwarts. Yo soy Lorcan Longbottom. Tengo 14 años. Y mis padres son Neville y Luna Longbottom. -buscó con la mirada a ambos, y al encontrarlos les sonrió. Sus padres lo imitaron, igual que Frank y Nicki, y Alice y Lissie, desde sus lugares- Como ya les contaron antes, los Longbottom tenemos una gran familia, no tan enorme como la de los Weasley, pero sí igual de unida y feliz. -cada integrante de ambas familias le sonrió- Ademas de mis hermanos mayores, Frank y Alice, y mi hermana menor Nicole, -una dulce, a veces no tan dulce, niña rubia lo fulminó con la mirada- perdón, Nicki, tengo una hermana melliza, Lissie, a la que amo muchísimo. -la mencionada soltó una risita tierna, no muy habitual en ella, por su complejo carácter, y que solo lograban sacarle su melli y su novio Louis- Somos muy unidos, mas o menos desde que... nos concibieron. -se rió, al igual que muchos en el gran comedor, incluidos Luna y Neville, que se sonrojaron notoriamente- Ojo, hay veces en las que nos llevamos peor que perro y gato. Nos peleamos, gritamos y pasamos días sin dirigirnos la palabra. Pero, en el fondo, los dos sabemos que siempre podemos contar el uno con el otro, y que esa es nuestra forma de querernos. -miró a su hermana que sonreía toda colorada, y se tornó idéntico, como de costumbre en los mellizos- ...Bien, pues... dudas? -acotó ahora algo mas nervioso que antes- ¿Si, ma? -dijo, tímidamente, al ver a su madre alzando la mano.

-Si mal no recuerdo, Nicki había comentado que tu eras de Hufflepuff, verdad? -el muchacho asintió- Pues, yo quería saber, porqué crees que el sombrero te envió allí? Digo, ademas de por mi... -la voz de la muchacha sonaba tan suave y delicada como la melodía de un soneto.

-A decir verdad, yo nunca creí que fuera por alguna cualidad mía en particular, no es que yo me caracterice por tener muchas cualidades, pero... -tragó saliva con nerviosismo, como lo harían quienes no están muy acostumbrados a hablar en publico- ...Lo que quiero decir es que, tal vez, haya sido por que... no tengo problema en trabajar duro para lograr algo, aunque cueste. O, bueno, no sé si lo soy realmente, pero creo ser leal y buen amigo. -agregó dubitativo- A veces... -una chica lo interrumpió.

-Lorcan es la persona mas noble, leal, buena y maravillosa del mundo. Es justo cuando es necesario. Sabe unirnos a todos cuando no nos ponemos de acuerdo. Siempre tiene la palabra justa para ayudar a todos. Es el mejor amigo que alguien podría tener. Su único defecto es que no logra reconocer lo perfecto que es. Aunque si lo pienso, también es una virtud, porque significa que es humilde. Así que, para que quede claro, Lorcan Longbottom es el chico mas lindo, tierno, inteligente, amigable y bueno del universo. Es tan increíble, que no puede aceptarlo ante los demás, y es por eso que lo amo con todo mi corazón. Muaa! Te amo, no-vi-o. -concluyó con diversión y ternura una bonita pelirroja, que aun nadie reconocía.

-Y yo a vos, novia. -susurró avergonzado por hablar frente a tantas personas. El rubio se sonrojó tanto que, al lado de su novia, no se lo hubiera distinguido del cabello de la misma.

Nicki, Luna, Lissie y Alice fueron las primeras en aplaudir. Le siguieron Frank, Neville, los hermanos Weasley e hijos, y allegados; cada alumno de la mesa de Hufflepuff y Gryffindor. Luego, los de Ravenclaw y los profesores, y al final las pocas personas que ya-sabemos-que-lo-harían en la de Slytherin.

Cuando los aplausos y vitoreos cesaron por fin, Lorcan suspiró suavemente, y, tratando de contener, en vano, su completamente notable sonrojo, informó:

-El profesor Dumbledore nos pidió que hiciéramos una ultima pausa antes de terminar con las presentaciones. Los dejo con él, adiós. -se despidió con timidez.

-En media hora por reloj se concluirán las presentaciones. Todos pueden salir a tomar aire, pero no se retrasen a la hora de volver, porque no los esperaremos y se las perderán. Eso es todo, pueden levantarse de sus asientos. -terminó diciendo el anciano con su habitual sonrisa dibujada en el rostro.

Nadie lo pensó dos veces porque, ni bien lo dijo, todos comenzaron a salir afuera a aprovechar de una de las ultimas tardes soleadas que habrían, antes de que llegara el otoño.