Contrato de amor (Varian X Tu)

Capítulo 31

Engañando su mente una vez más, continuó sus días con "normalidad".
Al parecer todo iba mejorando pero tarde o temprano esa "estabilidad" sería quebrada nuevamente.
No puedes sanar una herida de bala con una simple curita.

-Las marcas al fin se estan borrando- mencionó para si misma la princesa mientras se miraba en el espejo de su habitación

Descubrió que quien se encargo de regresarla a su habitación fue el mismo Varian, después de que se le pasara el dolor por el golpe, recobró la razón y salió a buscarla. Logró encontrarla sin que otros se dieran cuenta de lo sucedido y del estado de la joven, así que rápido y en silencio la regreso a su habitación para cuidarla toda la noche.
Suspiro y termino de ocultar las que eran mas notorias y visibles con algo de maquillaje, para después ir a desayunar con el resto.
Varian trataba de ser mejor persona con ella, pero la traición seguía en pie. Continuaba viendo a Natalia y aunque no habían llegado al grado de tener coito, si había muestras de "cariño" demasiado subidas de tono. Después volvía con la princesa e hipócritamente le sonreía con ternura fingiendo interés, trataba de controlar su bipolaridad.
¿Cuánto tiempo crees qué puedes contener el caos?

-Hola linda- saludo alegre Willow al ver a la princesa -Hoy saldremos a pasear un rato por la noche para admirar las bellas constelaciones... ¿te gustaría acompañarnos?-

_____________ se había hecho amiga de Rapunzel, Eugene, Cassandra, Lance y Willow (quien los visitaba cada que podía y se quedaba varios días). Con ellos la ausencia de sus hermanos no la resentia tanto, y los problemas con Varian podía sobrellevarlos mejor.

-¡Claro! ¡Me encantará ir!- menciono emocionada la menor -¿Puedo invitar a Varian?-

-Claro, si acepta ir será un gusto para todos- respondió alegre la mujer

......

Las horas del día pasaron volando, en cuanto mas se acercaba la boda, más rápido corría el tiempo para la princesa británica. Al ya casi oscurecer fue en busca de Varian para invitarlo, esperando con ansias aceptará.

-¡Varian!- le llamo alegre entrenado a su habitación

Él se sobresalto al escucharla y la miro confundido

-¿Qué quieres?- respondió algo cortante per ella no le tomo importancia

-Quería invitarte esta noche a...-

-No puedo-

Respondió antes de que la joven siquiera terminara, ella lo miro confundida, pero querida, él ya tenía planes con la otra y tú en tu inocencia aún confiabas en él.

-Pero ni siquiera he terminado de decirte q..- menciono cabizbaja

-Pues ya no tiene sentido que me pidas lo que sea que ibas a pedirme, ya te dije que no puedo, así que si no te molesta, te pediré que te retires... estoy ocupado- ordenó con frialdad

Y esos repentinos cambios eran lo que la iban matando poco a poco.
¿Por qué un momento era tierno y atento con ella, y al siguiente.. parecía odiarla?

Sólo suspiro y salió de la habitación desanimada, pero trato de restarle importancia, quizá solo estaba cansado. Mintiendose una vez más, fue a su habitación para alistarse para salir esa noche con sus amigos, estaba segura ellos la harían sentir mejor.

La hora había llegado, se puso ropa cómoda y ligera que le facilitará la libertad de movimiento pero que a la vez la abrigara, de nuevo estaban todos escabullendoce del palacio. Llegaron por fin a su lugar favorito, donde no había nada que les impidiera ver el hermoso cielo.
La menor del grupo admiraba con una sonrisa las brillantes estrellas. Ese lugar le generaba paz y tranquilidad, la hacía sonreír sinceramente después de tanto tiempo de fingir.
Todos decidieron echarse en el césped para poder admirar las bellas figuras que formaban las constelaciones.
De repente escucharon dos voces, todos se sentaron notando como llegaban dos chicas, una pelirroja y una pelinegra, parecían tener alrededor de 11 o 12 años. Se acercaron a Lance para abrazarlo. La princesa británica los miro sorprendidos, era una bonita escena de padre e hijas, desconocía que ellas no eran sus hijas realmente.