Contrato de amor (Varian X Tu)

Capítulo 50

-¡Varian!-

Ante la noticia tan repentina, el chico pelinegro no soporto el impacto que esta causo y cayó desmayado. Rapunzel rápido se acerco a él para tratar de despertarlo. Pero a decir verdad... ni ellos mismos estaban preparados para enfrentar a la princesa, quizá ella los odiaria por el daño que había sufrido, pero... el momento de verse cara a cara había llegado, a pesar de que temian que ella los odiara, estaban agradecidos de que estuviera viva, temian lo peor pero saber que había vuelto los aliviaba de una gran pena.

-¿Qué...- comenzó a despertar confundido y esperando que lo que escucho no haya sido solo un sueño  -R-rapunzel.. dime.. dime que es verdad que ella volvió- pidió con súplica en sus ojos

La ojiverde solo suspiro y asintió, él estado del joven era deplorable, la vida le estaba cobrando sus errores y sabía que aún no terminaba su condena. Había incluso adelgazado bastante y su rostro lucía demacrado... que vueltas da la vida ¿no?

-¿Enserio esta aquí?- pregunto de nuevo con esperanza e ilusión

Jamás imagino poder sentir una e moción tan inmensa, justo ahora solo quería salir corriendo a buscarla y suplicarle hasta el cansancio su perdón... y que ella, nuevamente le sonriera de esa forma tan tierna y llena de amor como solía hacerlo.

¿Esperas amor después del daño causado? Que ingenuo.

Al escuchar unos pasos giraron sus rostros hacía la puerta, encontrándose con un el capitán a quien le ayudaba a caminar un soldado de Gran Bretaña. Aquellos fuertes e invencibles soldados que estuvieron a punto de colapsar su reino, ahora ayudaban a su gente... extraño.

-El rey Frederick y la princesa Van Ewen solicitan la presencia de todos ustedes en el salón de los tronos- habló aquel serio soldado para después retirarse aún ayudando al capitán

El alma de todos cayo al suelo, ansiaban ver sana y salva a la joven pero también temian enfrentar su posible ira. Un fuerte latido inundaba la habitación... los latidos acelerados de Varian podían escucharse sin problema, el momento que tanto había anhelado estaba tan cerca. Solo deseaba volver a verla y decirle que se dio cuenta que si la amaba.
Pero enserio... ¿esperas que después de mil mentiras ella crea en tu palabra?

Eugene se acerco a ellos para ayudar a Varian a ponerse de pie, este seguía algo inestable por la noticia y el golpe que se dio al desmayarse. Por lo que el castaño tuvo que ayudarlo a caminar. Y así, salieron de aquella habitación para ir hacia donde las habían indicado.
La emoción y ansiedad iba aumentando con cada paso.

Mientras tanto, la princesa ayudo al Rey Frederick a tomar asiento y pedir ayuda médica para atender sus heridas.

-De verdad que me alegra demasiado verla de nuevo su alteza- menciono el hombre sin mirarla, aún estaba avergonzado  -Ese corte de cabello le queda muy bien, resalta sus facciones princesa-

-Gracias- respondió con una sonrisa

Ella sabía que ni el Rey ni su familia merecían ser condenados, ellos no la lastimaron, ellos no la traicionaron, al contrario, le abrieron los brazos y la hicieron parte de su familia.

-Deje de reprocharse por algo que no hizo... usted no me debe nada- menciono tratando de calmar la angustia que el hombre reflejaba

Este solo la miro esbozando una sonrisa de agradecimiento, sin duda, la joven frente a sus ojos era una persona maravillosa. El sonido de puertas abrirse los hizo mirar hacia estas.

-¡Querida _________! ¡Estas aquí!- la primero en no contener la conmoción fue la misma reina

Rápido se acerco a la joven para abrazarla, ella la había llegado a querer como si fuera otra hija. Cuando se entero de todo lo ocurrido se reprocho miles de veces no haber visto las señales de alarma antes y haber hecho algo por ella. Al estar frente a ella la abrazo con cariño, justo como los demás, temia lo peor... si se enteraban que había perdido la vida jamás se perdonaría no haber podido darle apoyo cuando lo necesito. La reina se sorprendió al sentir que la joven correspondía el abrazo con cariño.