RED QUEEN ━━ kim seokjin

dieciocho

red queen     capítulo dieciocho

            TAL Y COMO había predicho SeokJin en sus pensamientos, AhReum ni siquiera había esperado a que él dijera palabra alguna para tomarlo del brazo y arrastrarlo hacia donde había estacionado su auto. Él ni siquiera se había quejado cuando ella le quitó el seguro a su auto y lo metió dentro de él para luego subirse al asiento del piloto.

             Su mente estaba en blanco y por ende su cuerpo no hacía ningún movimiento. SeokJin simplemente no sabía qué hacer. Él sabía que tenía que salir de ese auto, alejarse de AhReum y no volver a verla, porque tenía novia.

             Pero estaba dudoso sobre si eso en realidad era lo que él quería.

            Y cuando ambos llegaron a la entrada del apartamento de la mayor, él supo que ya era muy tarde para darse media vuelta e irse, no había posibilidades de que AhReum lo permitiera después de llegar tan lejos.

             —¿No vas a entrar? —AhReum se había parado detrás de SeokJin con determinación, acercando sus labios a la oreja del susodicho—. ¿Debería de obligarte?

            SeokJin tragó saliva fuertemente y se apresuró a entrar el gran penthouse de la mayor, su cuerpo completamente tenso. AhReum soltó un sonido de burla al notar lo último, no perdiendo el tiempo y tomando la mano del menor para llevarlo hacia la sala de estar, empujándolo para que cayera sentado en el sofá de terciopelo rojo de tres plazas.

            AhReum se sentó en el regazo de SeokJin, una sonrisa ansiosa dándole forma a sus labios pintados de rojo.

            SeokJin soltó un gemido cuando AhReum lo besó con fuerza, la pelinegra llevando una de sus manos hacia la entrepierna del susodicho para desabrochar con rapidez y habilidad el cinturón que impedía su acceso al interior del pantalón de SeokJin.

            —¿Por qué tan tenso? —AhReum se volvió a burlar con sorna, rompiendo el beso con SeokJin para bajar sus labios hacia la línea que definía la mandíbula del susodicho, succionando con delicadeza la piel del lugar.

            SeokJin sólo se limitó a soltar un suspiro tembloroso. Y luego se tensó cuando AhReum desabrochó los botones de su pantalón y bajó el cierre del mismo, la susodicha metiendo su mano con cuidado dentro de la tela rasposa, sonriendo orgullosa cuando el pelinegro se sonrojó en su lugar.

             AhReum se rió cuando las caderas de SeokJin se elevaron inconscientemente hacia adelante cuando palpó la erección del susodicho.

             —Oh, es grande, y parece emocionado. —AhReum soltó una pequeña risa que sólo aumentó la vergüenza de SeokJin—. Me pregunto qué más escondes allí dentro...

             SeokJin se sintió masoquista en ese momento. AhReum se burlaba de él con intención, él lo sabía, ella disfrutaba del hecho de que él estaba vulnerable a ella, disfrutaba de aprovecharse de él y su falta de reacción. Él lo sabía.

             Pero no evitaba que quisiera ver a AhReum arrodillarse para que chupara su pene.

            SeokJin sólo se sonrojó aún más ante el pensamiento. Y sintió miedo cuando captó la mirada malévola que AhReum le envió, como si hubiera adivinado lo que él había pensado.

            AhReum se arrodilló frente a él y SeokJin levantó sus caderas sin que se lo pidieran para que AhReum deslizara con más facilidad su pantalón de mezclilla y su ropa interior por sus piernas hacia el suelo.

             SeokJin se sintió un poco cohibido cuando AhReum soltó una risita emocionada ante la vista de su miembro erecto desnudo, viendo como la mayor tomaba su pene entre sus manos y pasaba su pulgar por la punta, recogiendo un poco de pre-semen para llevárselo a la boca y saborearlo con gusto.

             Él estaba más que cohibido, sinceramente.

            Recordó que AhReum era una degustadora con experiencia, porque, después de todo, la mujer de labios rojos vendía bebida alcohólica, sobre todo vinos, que no salían a la vente sin que ella los probara, y aprobara, antes.

            Se sonrojó aún más.

           —Entiendo porqué YangMi te cela tanto... —AhReum acercó su rostro al pene erecto de SeokJin y sopló suavemente sobre la punta—. Si yo tuviera un novio como tú, lo mantendría encadenado a mi cama todo el día, sinceramente.

            SeokJin se derrumbó cuando AhReum dió la primera gran lamida a su miembro.