RED QUEEN ━━ kim seokjin

veintiséis

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          SEOKJIN FRUNCIÓ EL ceño hacia AhReum cuando la pelinegra mayor de labios rojos dijo aquellas palabras, comenzando a sentirse disgustado y enojado ante la actitud de la susodicha.

          SeokJin se sintió estúpido al darse cuenta de cómo era en realidad AhReum, para nada de como él la tenía idealizada en su mente: como una mujer hermosa, madura, elegante e inteligente que le atraía bastante.

          Bien, probablemente Park AhReum era todo eso, sólo que agregando los pequeños de que era psicópata, obsesiva, posesiva y demasiado calculadora.

          —No voy a ser tu juguete, AhReum. No seré el mocoso que esté detrás de ti como un perro faldero y al que podrás manipular como y cuando quieras —SeokJin escupió con enojo, fulminando a la mujer de labios rojos con su mirada—. ¿Y sabes qué? Incluso si YangMi no es perfecta, preferiría quedarme mil veces con ella que contigo.

          La sonrisa arrogante en el rostro de AhReum se borró por completo, y SeokJin se sorprendió de ver eso, olvidándose de su propio enojo, pero ahora era AhReum quien estaba enojada; SeokJin definitivamente había tocado un punto débil, un nervio, en ella y había tocado su orgullo y ego por completo.

          AhReum casi olvidó lo que se sentía que una persona la rechazara. Nadie nunca la rechazaba, siempre estaban dispuestos para ella, ella era la que tenía el control y daba las órdenes. Pero parecía que con Kim SeokJin no sería así, o al menos no sería tan fácil.

           —Eres un jodido hipócrita. —AhReum se rió sarcásticamente—. ¡Soy la jodida reina, todos hacen lo que yo digo! —AhReum explotó, sorprendiendo a SeokJin en su lugar—. Pero, claro, un hombre tiene problemas de ira y deja inválida a su hermana en un accidente automovilístico provocado por él y no es malo ni juzgado.

          AhReum sonrió maliciosamente cuando la sorpresa en la mirada de SeokJin pasó a ser furia, furia contra ella, ira contra ella, enojo contra ella. Y AhReum volvió a sonreír con victoria, porque eso era lo que quería, que SeokJin dejara las apariencias y se mostrara tal y como era frente a ella... Quería que le mostrara esa furia con la que fantaseaba explotar todos los días desde que lo conoció.

           Romper su fachada de chico lindo, niño perfecto y correcto, un maldito mojigato que a ella no le vería la cara de idiota. Y si tenía que romper y deshacer a ese chico para obtener lo que ella quería para ella, lo haría sin dudar.

           Como lo estaba haciendo en ese momento.

           —¡Cierra la maldita boca!

            AhReum soltó un jadeo cuando SeokJin se abalanzó sobre y la lanzó hacia el ventanal de cristal que estaba detrás de ella, sin romperlo, el pelinegro menor enroscando sus manos alrededor de su cuello. AhReum soltó un gemido de dolor, ahogado, cuando SeokJin apretó con fuerza su cuello.

            La pelinegra de labios rojos se excitó al pensar en las marcas que dejaría SeokJin en su cuello.

            —Y e-eso era lo que q-quería... —AhReum habló ahogadamente, sintiendo la falta de aire alcanzarla.

           SeokJin parecía dispuesto a matar a la mayor en ese momento, apretando cada vez con más fuerza el cuello de AhReum entre sus manos. Hasta que la risa histérica, loca, sin control, de la susodicha lo trajo de vuelta a la realidad de su momento de ira.

            SeokJin se desconcertó y rápidamente soltó el cuello de AhReum, mirando con sorpresa como la de labios rojos se dejaba caer al suelo sobre sus rodillas, tratando de respirar, pero sin dejar de reírse.

            —Estás locas.

           SeokJin miró horrorizado a AhReum, y ésta sólo le sonrió con suficiencia desde su lugar.

           —Y eso te encanta, cariño.