Capitulo 7

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Sería muy genial si tuviera mi iPod en este momento para ayudarme a bloquearlo. No debería quererlo, y no sé por qué lo hago, pero quiero escuchar qué tiene planeado Samuel con esta chica. Estoy imaginando todo tipo de cosas asquerosas cuando él dice.

-Sip. 9:30 am, cómo todos los domingos.

Entonces, ella es un cliente. El de las 9:30.
Bien. El pude ir de mí a ella. Con suerte no compartimos ninguno de los mismos días.
Ella mueve su cabello sobre su hombro.

-Estoy ansiosa por que llegue. Estaba pensando... ¿Tal vez te gustaría salir o algo cuando terminemos?

Oh, Dios. Realmente no quiero escuchar a Samuel y piernas hacer planes para salir.

-Um, gracias pero no puedo. Tengo que llevar a mi hermano... Tengo una cita.
-Oh. -Ella mira al suelo y de verdad me siento mal por ella, pero no dura mucho. Pienso en Samuel, preguntándome por qué cambió lo que iba a decir.

-Te veré más tarde. -Piernas se aleja.

Hay veces en que mi boca simplemente se abre y yo soy incapaz de detenerla. Este es uno de esos momentos.

-¿Conquistas chicas a menudo por aquí?

¿Qué sucede conmigo? No es que me importara.
La caminadora empieza a bajar la velocidad, indicando que nuestros veinte minutos han terminado.
Samuel salta fuera de ella.

-Estoy bastante seguro que acabo de decirle que no.
-¿Cuántos años tiene tú hermano? Es con él, con quien estarás mañana, ¿cierto?.

¿Por qué mi boca no deja de moverse?
Samuel gruñe, murmurando algo como "lo sabía". Luego me dice.

-No estamos aquí para hablar de lo que hago o no hago, o mi familia. Estamos aquí porque querías hacer un cambio. Si eso es realmente lo que quieres, lo quiero para ti, pero vas a tener que tomar una decisión ahora.
Ahora me siento como una perra de nuevo. Lo estoy juzgando. Otra vez. ¿Cuántas veces las personas han hecho lo mismo conmigo? No solamente eso, estoy presionando el tema de su familia. No es como si yo quisiera que la gente comenzara a preguntarme por qué mi madre apenas soporta mirarme, así que no debería estar metiéndome en sus asuntos. Me apoyo sobre la barandilla de la caminadora.

-Tienes razón. Apesto. Me vuelvo entrometida y construyo enormes barreras de sarcasmo cuando estoy incómoda.

De repente, me siento increíblemente incómoda. Mi cara arde.
Él como que tironeó de su cabello.

-No lo estés. Es decir, incómoda. Todos tenemos algún tipo de demonio en nuestras vidas...-Su voz de desvanece de a poco mientras toma mi botella de agua y me la alcanza. -Grandes barreras de sarcasmo no están altas en la lista.

No sé de dónde viene. Tal vez por el tono en su voz, pero no puedo evitar preguntarme qué tipo de demonios está Samuel escondiendo.

***
Me despierto de mi siesta sabiendo que voy a estar adolorida mañana. Las pesas que levantamos eran livianas. Según Samuel: Menos peso y más repetición, es mejor. Definitivamente sentía el ardor, y temía el dolor que una noche entera de sueño permitiría establecer.
Desde que caí rendida así como llegué a casa, lo primero que hice fue tomar una ducha para después salir y encontrarme con Emily. ¿Debería decirle sobre el gimnasio? La conozco. No es como yo. Ella me dirá que todo eso es una basura, asumiendo que lo hago por todos los Billys de la secundaria, aunque creo que lo hago por eso. Pero no es como que necesito su aprobación, lo hago para probar un punto. Lo hago por mí... eso creo.
Pero hay incluso más razones por las cuales no debería decírselo. A nadie. Es decir, además del hecho de que no quiero que la gente sepa que fallo intentándolo, si ese es el caso. Por alguna razón, quiero aferrarme a esto. Algo que tengo que de verdad es mío. No para que mi mama maneje, ni papá defienda, ni Emily para volverse toda emo por el asunto. Es algo que sólo yo, y Samuel, supongo, puedo controlar. Si nadie más lo sabe, no tengo que preocuparme por controlar el daño o las confrontaciones con las personas en mi vida.
La ducha completa, me visto con un par de jeans oscuros, a pesar del calor. Mis piernas son flácidas, así que siempre uso jeans o capris, y el negro me hace lucir más delgada, ¿no? Eso es lo que mi mamá siempre está diciendo. Después de ponerme una camisa de mangas cortas, celeste, agregué algo de máscara a mis ojos. Son mi parte favorita de mí, y una de las cosas por las cuales recibo halagos. Son de un color extraño. Casi de un azul hielo. Deslizo el peine por mi cabello y decido que así está bien.
Unos minutos más tarde estoy en camino a encontrarme con Emily en nuestro lugar de siempre. A ella no le gusta que vaya a su casa, lo cual no comprendo. Amaría tener una mamá como la de ella. No es que la mía no sea buena, pero la Sra. M es... ¿amorosa? Emily piensa que es porque ella sabe lo miserable que su vida es, y está intentando compensarlo siendo demasiado atenta. No entiendo por completo por qué es eso algo malo.
La parte más dura es que a ella no le agrada venir a mi casa tampoco porque Emily es... bueno, como su mamá, creo, pero no se da cuenta. La Sra. M quiere hacer las cosas mejores para Emily, mientras Emily es sobre protectora conmigo. La única diferencia es que mientras su mamá es todo abrazos y sonrisas, ella es todo sarcasmo y comentarios algo groseros. Ha habido demasiadas oportunidades en las cuales Emily ha querido soltarle esos comentarios a mamá, pero como no se lo he permitido, es más fácil evitar mi hogar cuando nos fuese posible.

ENTRENADOR PERSONAL; Vegetta777 -ADAPTACIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora