Capitulo 15

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Estoy usando un par de pantalones deportivos y sudadera grises y una camiseta negra cuando llego a Volvámonos Físicos a diez minutos para las seis. En el asiento del acompañante está mi mochila con una muda de ropa, sólo un simple par de capris, una de esas camisetas con el lazo debajo de mis senos y sandalias. No sé por qué los traje, pero pensé que lo último que querría es estar en necesidad de algo más que deportivo y no tenerlo a la mano.
Apago mi auto y jugueteo con mis llaves mientras espero que Samuel llegué aquí. Es una locura, estar aquí esperando por él para salir a correr. No he corrido por diversión en, guau, no puedo ni siquiera recordar. ¿Y ahora lo estoy haciendo con mi entrenador? ¿En qué estaba pensando?
Sacudiendo la cabeza, lucho para acabar por mi duda. Él no me empujara demasiado duro. Que puedo decir de él. Él es bueno en su trabajo. Comprensivo y estimulante, que es lo que necesito. Incluso si parte del tiempo es un poco arrogante y caprichoso.
Recogiendo mi teléfono celular, miro en ese momento. 6:10. Los nervios comienzan a fuego lento en mi vientre. No todo el mundo puede llegar a tiempo todo el tiempo. Especialmente a las seis de la mañana.
Empujando mis llaves en el encendido, le doy poder al auto para escuchar música. Me pregunto a dónde estamos yendo a correr. Esperando que no sea un lugar que está lleno de gente. Por alguna razón, creo que Samuel me conoce mejor que eso sin embargo. Estoy segura de que él sabe que soy una cobarde total y que me pondría incómoda.
Miro hacia arriba para ver a algunas personas caminar dentro de Volvámonos Físicos . ¿Y si está esperando en el interior? Yo ni siquiera pensé en eso. Por segunda vez apago mi auto antes de ir dentro. No está de pie junto a la puerta, pero SúperModelo está sentada detrás del escritorio.

-Hola, __(tn). ¿Has venido a hacer una sesión de ejercicios en solitario hoy? -pregunta.

Sus palabras más o menos responden a mi pregunta, pero de todos modos le pregunto:

-¿Está Samuel alrededor?

-No, no que yo haya visto.

Agradeciéndole, salgo. Los nervios comienzan a burbujear ahora, como un hervor rápido justo antes de echar los fideos en el agua. Son sólo las 6:25. Él no me hubiera pedido que viniera si no fuera a aparecer, ¿no?
Subo de nuevo en mi auto porque lo último que quiero hacer es estar aquí en la calle esperando. Pruebo con la radio, pero nada está encendido. Golpeo encendiendo mi reproductor de CD, pero luego lo apago porque no estoy de humor para cambiar el CD. Inmediatamente, echo mano de mi teléfono: revisar mi correo electrónico, buscar un texto de Emily, cambiar el fondo de pantalla.
Finalmente, la ebullición burbujea encima, derramándose por todo mi cuerpo. 7:00 A.M. Él no está aquí. Él no va a venir. ¿En qué estaba pensando? Sacudiendo la cabeza, lanzo mi celular en el asiento del copiloto, enciendo mi auto y me marcho.
No me molesto en agarrar mi bolsa cuando llego a casa. Estoy medio asustada de que vaya a tirar la puta cosa por mi césped. Tal vez él me pidió correr con él para calmarme. Para parecer que a él realmente le importaba, sabiendo que estaría demasiado orgullosa para retractarse después de que le prometí que iba a seguir trabajando. Pero eso no se siente real. No se siente como él.
Inclino mi cabeza hacia adelante entonces mi frente se presiona contra la puerta de mi casa. ¿Qué estoy pensando? Yo no conozco a este chico. Las acciones hablan más que las palabras. Sus acciones hablaron bastante fuerte.
Mi puerta se desliza abriéndose y tropiezo para atraparme a mí misma. Estoy tan sorprendida de ver a mi mamá en el otro lado de la puerta, que cuando ella me pregunta qué estoy haciendo, yo respondo con sinceridad:

-Fui a correr. -Bueno, quizás no completamente honesta ya que en realidad no corrí, pero yo había planeado hacerlo.

La duda está escrita en toda su cara.

-¿Fuiste a correr?
Me paro más alta. -Sí.

Ella me mira por un momento, como si estuviera tratando de averiguar. ¿Debería estar feliz o no? ¿Creerme o no?

-No me gusta que vayas por ahí sin ser honesta conmigo acerca de lo que estás haciendo. Lo dejaré ir esta vez, pero la próxima vez, trata con la verdad.

Ella revisa su teléfono celular, toma las llaves, y tengo la urgencia de agarrarlas de su mano y lanzarlas en el camino, yo sólo pensaba en lanzarme a tomar mi bolsa.

-No estoy mintiendo. Gracias por el voto de confianza sin embargo.

Ella suspira. Sus teñidas cejas uniéndose.

-No estoy tratando de ser un monstruo , pero no te ves como si hubieras estado haciendo ejercicio. Te ves descansada. No estás sudando y esto puede sonar duro, pero yo nunca te he visto levantarte tan temprano y salir a correr antes. -Ella da un paso fuera-. Se me hace tarde. Hablaremos de ello más tarde.

Y entonces ella se ha ido y me dejó sintiéndome incluso peor de lo que lo hizo esperar a un chico que nunca llegó.

***
-Deslízate.

Emily se deja caer en la cama junto a mí. Su siempre presente yace a través de mi silla de la computadora. Las únicas veces que no la usa es cuando está en casa, o en mi habitación. Incluso los profesores la dejan usarla en Educación Física. Ella tiene una copia de poesía de Drew Allen Poe en su regazo. Ella siempre ha estado dentro de la poesía, la lectura y la escritura. Si bien me gusta, no suelo leer el mismo tipo de cosas que ella. Yo soy más del tipo de chica de romance paranormal. Triste... Lo sé, pero ¿si una chica y un ángel caído pueden enamorarse? Supongo que eso le da esperanzas a la chica.
O por lo menos un par de horas de entretenimiento de calidad.

-¿Cómo fueron las cosas en el doctor? -pregunto.

Su madre está siempre llevándola a ver a los especialistas acerca de su marca de nacimiento. Es diferente a la forma en que mi mamá está sobre mi peso, sin embargo. Sé que la Sra. M lo hace porque a pesar de que Emily nunca lo admitirá, ella quiere que se vaya. Más que nada, Emily desearía poder hacerla desaparecer.

ENTRENADOR PERSONAL; Vegetta777 -ADAPTACIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora