🌾;; 2 3

29 6 0
                                    

Hace mucho tiempo, cuando apenas nos conocíamos un poco, y de hecho hablábamos más por llamada, me contaste una noticia importante para mí aunque no lo supiera en ese entonces: te ibas a mudar a Titirilquén.

—¿Es cierto eso?

—Es cierto, Mario —respondiste por la otra línea—. Vengo aquí para estar más cerca de mi trabajo, ya que viajar de Titiritalca a Titirilquén todos los días es cansado.

—Pero es significaría que nos veríamos más en persona.

—Exactamente, nos veríamos más en persona. Por cierto, quisiera pedirte un favor, Mario... ¿Podrías ayudarme a mudar mis cosas una vez llegué allí? Será dentro de dos semanas, así que no te preocupes si no...

—Sí me gustaría.

Para ese entonces éramos más una amistad, pero eran las bases para algo más a futuro, ya que mi corazón, en el fondo, estuvo contento de saber que te vería más seguido.

Una vez llegado el día en que viniste, me dijiste la dirección y fui. Encontré el camión de mudanza al igual en que salías de un taxi. Te salude, feliz, y me devolviste el saludo.

Explicaste que teníamos que llevar varias cosas, entre ellas el sofá que está siempre en tu sala. No contrataste otros empleados de la línea de mudanzas porque no te alcanzaba el presupuesto, así que dijiste que contabas conmigo por ese día.

No sé porque me molesté en acudir a tu llamado aquella vez, de seguro era más probable por ser buena gente. Para el día de hoy, ya sería más una escusa para poder ayudarte y verte otra vez.

🌾;; Flufftober Marindy | 31 MinutosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora