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Normalmente no uso perfumes. Huele muy deliciosos y todo, pero aun así estoy bien como estoy. Sin embargo, aquel regalo que me diste me gusto bastante.

—¿Entonces me dices que es un perfume de hombre?

—Recibí un favor de una amiga que trabaja en una perfumería. Espero que te guste.

Aunque no tenía idea de perfumes o marcas, podía reconocer que era una muy bonita botella. Era en una botella cuadrada fragmentada, como los cortes de las gemas preciosas, y hecho de vidrio igual al cristal. Poseía un líquido diluido que se veía de color caramelo, que se movía con fluidez al agitar la botella, viendo de forma más vivida ese intenso color.

Decidía probar el perfume frente a ti, ya que te veías ansiosa de que lo probará. Coloque un poco en mi muñeca y olfatee un poco. Quite mi nariz cuando me empezó a arder.

—¿Qué? ¿Qué pasó?

—Coloqué mucho. Tengo la nariz muy sensible y me ardió bastante.

Sacudí mi muñeca, y volví a oler. Para mi sorpresa, a pesar del atentado que hice mi nariz, pude probar olores que realmente me gustaron, al punto que incluso los degustaba con tanta vividez. El perfume tenía notas amaderadas, al igual que dulces pizcas de caramelos. Lo que más destacaba era su olor mentolado, como frescura.

—¿Y te gusto? Porque puedo pedirle a mi amiga que me dé algo menos fuerte.

—No te preocupes —dije, colocando la colonia en unos de mis bolsillos—. Es me gusto bastante. Solo que tendré que usarlo en menos cantidad si no quiero perder el olfato.

—Eso sería terrible. Me encanta que te haya gustado.

A veces uso ese perfume en nuestras citas. Me gusto en especial las notas de madera.

🌾;; Flufftober Marindy | 31 MinutosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora