IV

125 10 0
                                    

Querido anónimo,

atracción, me pregunto cómo debes experimentarla tú.

En mí todo empieza con un confortable calor en mi pecho. Respiración acelerada. Mirada fija sin capacidad de apartarse de su objetivo. Luego, si el susodicho trata de comunicarse conmigo, empiezo a titubear.

Sudoración, incomodidad, aparto la mirada y me ruborizo.

En cambio, si como contigo, tengo la suerte de poder mirarle a lo lejos sin la posibilidad de que me perciba, es algo simplemente genial de sentir.

Mis sentidos se agudizan. Todo desaparece salvo tú. Pupilas dilatadas y sonrisa estúpida en mi cara.

La sensación de calidez en el pecho se extiende al resto del cuerpo y sería capaz de ir y besarte como si nada más importase o existiese siquiera.

Pero no lo hago.

Porque sé que no es posible. Que no debo. Y que estaría mal romper esa preciosa relación que nos he creado a través de estas cartas.

Y es que sentirme atraída por alguien, ya sea física, mental, sentimental o sexualmente, me gusta de verdad cuando no tengo que relacionarme directamente con esa persona.

Siento que soy más libre aunque no sé si es la palabra adecuada para describirlo.

Es como conectarse con tu yo más humano.

En lo físico, es admirar cada una de las partes de su cuerpo y querer poder verlas más de cerca. Recorrer cada centímetro de las imperfecciones de esa persona y que te gusten absolutamente todas. Contarle las pecas de un brazo, las cicatrices de una rodilla, las pestañas de un ojo, los minutos que podrías estar acariciando su cuerpo sin pensar en nada más que en lo mucho que te gustaría ser parte física de ella.

En lo mental es admirar su capacidad, la forma que tiene de ver el mundo, la forma que tiene de expresarse, de ser en sí. Qué piensa de la vida, del amor, de la muerte. Es querer entrar en su cabeza y no salir jamás de ella. Esa es una de las atracciones más fascinantes.

La atracción sentimental y sexual serían los dos tipos necesarios para decir que realmente amas a alguien.

Tú puedes sentirte atraída por el físico y la mente y no amarle.

Y yo creo que se necesitan las cuatro para llamarle amor. Amor verdadero.

Algo sexual no es amor.

Y algo sólo sentimental no es amor tampoco.

Porque algo sólo sentimental tanto podría ser amistad como lo referente a la familia.

He tardado este fin de semana entero y más de veinte horas de música -obviamente con paradas- para llegar a esta conclusión final que seguidamente te plantearé.

No podía seguir sintiéndome atraída por Derek sin saber por qué era y si debía preocuparme de ir a más.

Por suerte, me alegro de poder decirte que no hay atracción mental y sentimental de ningún tipo.

Y en gran parte es porque él mismo pone barreras que me impiden llegar hasta allí. Hasta su mente y su corazón.

Me alegro de saber que no me enamoraré de él.

Sería un desastre hacerlo.

A pesar de lo mal que he llegado a sentirme antes y durante el proceso, gracias a este pequeño incidente, he descubierto algo que me ayudará en situaciones futuras.

Una especie de guía para saber hasta qué punto quiero a esa persona.

Aunque sé -lo sé perfectamente- que no todo se basa en la teoría.

Si trato de ponerte ejemplos cercanos, estarían ellos.

Tyler me atrae de todos los modos menos en el mental.

Odio la forma que tiene de comportarse a veces, la odio realmente.

Como si su forma de actuar se basase en agradar a la gente considerada popular, y a veces hasta se olvidase incluso de cuáles son sus verdaderos gustos.

A Jaden, por definición, podría decirse que le amo, pero no basta con sólo sentirme atraída por él de todas esas formas.

Está el factor de la imposibilidad, que me golpea una y otra vez dentro de mi pecho cuando mi corazón quiere empezar a amarle enserio.

Aunque en general suela odiarme, cosa que ya ni escondo, reconozco que a veces soy inconscientemente inteligente.

Conseguir contenerse a la hora de querer es algo que todos deberían poder hacer, porque sino surgen luego situaciones verdaderamente dolorosas.

Ah, y, no sé si necesitabas oírlo, pero a ti te amo.

Realmente te amo.

Con o sin definición.

Es algo de lo que nunca podré dudar.

Tenlo por seguro.

Cartas a un anónimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora