El camino se veía casi desierto, sino fuese por los casas a los costados de la calle y uno o dos perros ladrando a cada paso que daba, definitivamente parecía desierto. Vivía alguien ahi? Habria familia descansando dentro de sus hogares? Posiblemente pero en plena madrugada estarían durmiendo.
—Llegaremos pronto—susurro.
Luego se caminar en línea recta por casi media hora, dobló en una calle que parecía aun mas desierta.
Despegó el cuello de la remera que vestía para olerse.
—Mierda.
Miró con miedo a todos lados cuando sintió algo moverse y soltó el aire al ver un gato anaranjado correr.
—Falta poco—susurro nuevamente.
Las luces en la calles empezaron a escasear cada vez más a medida que caminaba.
Hasta que al final vio la casa con las luces encendidas y el joven esperando en la puerta.
