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El aroma dulce aun se sentía en el pequeño cuarto, parecía no querer irse, al igual que él.

Pegó su nariz a la almohada llenándose de su olor, que en tres cortos dias se había convertido en su obsesión, no quería alejarse de ahí por temor a olvidar algún detalle de lo que habían presenciado esas cuatro paredes.

—Mateo- llamaron de la escalera, esten lo ignoro pero volvieron a hablar.— la comida esta lista, subí.

Luego de eso escucho pasos alejarse, aun dudoso tomó las sábanas y la funda de almohada, las hizo una bola y subió las escaleras directo a la lavadora de ropa, metió todo ahi.

Bajo nuevamente, abrió la dos pequeñas ventanas que permitían un mínimo ingreso de aire, tomo la ropa de Siara haciéndola un bollo, camino hasta su habitación y con duda de parecer un loco dejo las prendas bajo su almohada.

'Ella se llevo mi remera estamos a mano' pensó.

Bajo una ultima vez para asegurarse de que no se sienta ningún tipo de aroma, se sintió un poco mal al abrir la puerta y el único recuerdo lo que habían hecho estaba en su cabeza, la cama vacía sin sábanas revueltas ni una pequeña omega de ojos brillosos recostada.

Cuatro pares de ojos lo miraron fijo y curiosos cuando se sentó en la mesa, un plato lleno de papas fritas y una hamburguesa descansaba enfrente suyo.

—Ahorrense cualquier tipo de comentario— sentenció y empezó a comer.

—No sos tan interesante- rodó los ojos Valentín.

Mauro con la boca llena de papas le dio la razón.

Aunque los dos se morian por preguntarle mil cosas, se hicieron los desinteresados.

—Dani, dijo que venia a cenar- comentó Amira, Mateo sin darse cuenta estaba prestando maxima atencion.

Se estaba ilusionando, ella le había dicho que era complicado salir de donde vivía, tenía que mentalizarse que por un tiempo no la iba a ver.

(...)

—Estoy bien- gruñó Siara limpiando su nariz, Dani y Abi ignoraron cualquier protesta de la ojiverde como lo venian haciendo hacia diez minutos.— Ya esta parando- volvio a decir intentando sacarse las manos de ambos de su cara y cuerpo.

—Dejame limpiar esa herida Siara- insistió Abi enojandose, Siara era muy testaruda y no quería que ellos la esten manoseando con ese algodón desinfectante.— deja las manos quietas.

—No basta, no es nada serio, ya paro de sangrar— rodo los ojos.

—No tiene nada que ver, se te puede infectar.

Dani sin decir nada tomo ambas manos de la omega y la inmobilizo, haciendo que Siara proteste aun mas.

—Están exagerando.

—Traje el hielo— Nora apareció en el cuartito con una bolsa blanca.

—Otra mas— se quejó nuevamente Siara.


En el fondo ella sabia que no estaban exagerando y agradecía que a pesar de que ella lo siga echando ellos no se vayan.

Victoria no se había creído del todo la mentira que le habían dicho con Dani y la golpeo, le dio fuertes cachetadas y un puñetazo en el rostro provocando que tenga un pómulo hinchado y en el lado izquierdo de la boca una pequeña cortadura.

SHE · Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora