Will
Estaba en medio del escándalo maravilloso que es mi familia, como cada viernes por la tarde nos reunimos en casa de nuestros padres, era bueno venir a comer o desayunar, regularmente era comida, pero no nos negábamos al desayuno en familia, todo dependía del momento en que todos podíamos estar juntos.
Y es que escuchar a mamá hablar con mi sorella Azul sobre los tejidos que ninguna de las dos puede hacer me hace sonreír, escuchar a papá discutir con mi cuñado Jayden sobre piezas de motocicletas y que mi hermano menor, Nico, los corrija, es algo que no tiene precio, jugar con mis cuatro sobrinos, los trillizos Jace, Jake y Jares y por supuesto el pequeño Kian es algo de lo que más disfruto, está claro que ellos me ven como un amigo más, sin dejar a lado el respeto que les hemos inculcado entre todos, son la luz de esta casa y los que hicieron mejores personas a mis hermanos.
E incluso disfruto ver como mi hermano más pequeño, Marcos, se ahoga en los deberes de la universidad, siempre está ocupado con sus libros o con algún proyecto de pasantía, pero nos pone atención, está con nosotros escuchando y participando, siempre está a lado de mi hermano Adam, al ser el mayor de los hermanos Miller, Adam siempre fue el más responsable, todos lo admiramos desde que tengo memoria, incluso ahora es uno de los mejores hombres que conozco, es un papá soltero de tres pequeños malditamente inteligentes, tan súper dotados como lo fue mi sorella Azul, es un hijo que siempre ayuda y un hermano que nos trata de proteger a todos, no hay palabras para agradecerle a la vida la hermosa familia que me tocó.
Una hermosa familia que está por hacerse más grande, mis hijos estarán aquí para jugar con sus primos y será más pronto que tarde, todos están felizmente ocupados así que simplemente bebo de mi jugo de naranja, que aunque no me gusta, me lo bebo porque lo hizo mi sorella.
—¿Estás planeando un robo a un banco o por qué tanta seriedad de tu parte? —la pregunta de Marcos me toma desprevenido, estoy parado en el marco de la puerta de la sala y él está acomodado en un sofá al lado de Adam, parece que están trabajando en algo... complicado, veo números y letras que no entiendo y no trato de entender.
—Solo pensando ¿Es un delito? ¿Y por qué pensaría en robar un banco? ¿No es más viable una caja de supermercado?
—No sueles observar todo tan melancólicamente—se encoge de hombros como si fuera lo más obvio—¿No crees que algo le pasa a nuestro hermano, Adam? —veo a mi hermano mayor y sé que él ya tiene una teoría, pero como siempre hace se lo guarda.
—Algo le pasa, pero sabemos como es Will, cuando menos lo esperemos nos va a sorprender con algo, parecido a cuando ya casi se graduaba de la universidad y nosotros creyendo que no estudiaba.
Marcos se ríe porque él era el único que sabía que sí estaba estudiando una carrera, tuve que decirle a mi familia sobre mi casi graduación porque me salió una oportunidad muy buena de irme a Seattle para ser asistente en un periódico muy importante, por supuesto que acepté, aunque fue difícil dejar a mi familia y perderme el parto de nuestra gran amiga, Emily.
—No es nada malo, puedo decir que hace mucho no valoraba tanto lo bueno de tener una familia como la nuestra.
—No puedo creer que Will Miller esté diciendo lo mucho que nos ama—se burla Adam.
—Yo no puedo creer que esté pensando—con eso Marcos sí se consigue un golpe en su cabeza— ¡Oye! era un comentario con amor—se ríe nuevamente.
—¿Qué?¿Es hora de golpear al más pequeño y comenzaron sin mí? —nos reclama Nico de forma juguetona sentándose entre Adam y Marcos, mis hermanos menores comienzan a jugar empujándose para hacerse espacio, Adam inteligentemente se quita del sofá.
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Todo lo que quiero
RomanceLos Miller #2 Al mujeriego y egocéntrico William Miller le llegó su hora, juegos y bromas no lo son todo. Su destino está cruzado con el de una chica dura y decidida que no solo encontrará la manera de marcar su vida sino que juntos se encargaran d...