Todo lo que quiero

Capítulo 16

Brooke

Lo primero que noto cuando me despierto son los ojitos grises que me miran atentamente, están justo frente a mi rostro como si estuvieran examinando algo desconocido.

—¿Hola? —le pregunto confundida, es el pequeño Kian que me sonríe.

—¡Pensé que nunca te ibas a despertar! Pero esperaba que lo hicieras, mi zio está ¡Tan dormido!—extendió la pronunciación de la letra n para exagerar la situación, eso me hizo sonreír, era tierno.

Vi el reloj de mi celular de emergencias, es un número al que solo Eli y el señor Hitman tienen acceso y no me sorprendí que Miller siguiera dormido, son las cuatro de la mañana—¿Qué haces despierto a esta hora? ¿No debería tu tío cuidarte?

—Las mejores caricaturas salen a esta hora—se justifica estirando sus bracitos—Después vi que esta puerta estaba cerrada y nunca lo está así que vine a ver y te encontré aquí ¡Hola, Brooke! —me reí sentándome bien para no volver a caer dormida, el pequeño enciende la otra lámpara de la habitación.

—Hola, Kian. ¿Te gusta mucho quedarte con tu tío?

—Sí, pero ahora es porque mamá y papá tuvieron que salir de la ciudad por trabajo, los extraño mucho, pero es muy divertido quedarme con mi zio. ¿Puedo preguntar qué te pasó en la cara? —aunque la pregunta es tímida también es directa, supongo que es la ventaja de hablar con un niño, no sabe mucho de filtros.

—Claro que sí, ¿Te lo puedo decir como un secreto? No quiero que Miller, que William—me corrijo al notar su confusión—Se preocupe más.

—¡Sí! Soy muy bueno guardando secretos. Menos en esa vez que mi zio nos dio de comer chocolates y por accidente le dije a mamá—lo piensa un poco más—Tampoco cuando le conté a mamá de la sorpresa de papá. Creo que solo a veces soy bueno guardando secretos.

—Está bien con el "a veces" está bien, pues verás, anoche fui a un lugar peligroso sola, yo sabía que no debía ir, pero no lo pensé lo suficiente así que una persona me quiso hacer daño, pero adivina ¡Tu tío llegó por mí!

—¿Y te salvó como un superhéroe?

—Justo así—le dije riendo de su emoción.

—Yo sabía que mi zio es un superhéroe. Se parece a papá—mi corazón se derritió con esa inocencia, aunque, no estaba tan lejos de la realidad porque Miller me salvó, incluso si fue un error de mi parte el marcarle en lugar de Eli.

—Sí, creo que lo son.

—¿Quieres venir a ver televisión conmigo? —acepté la dulce invitación pidiéndole que me diera cinco minutos, entonces pude entrar al baño para hacer mis necesidades y cepillarme los dientes, todavía agradecia de traer mi bolsa completa, no me molesté en cambiarme porque estaba muy cómoda en el pantalón de pijama de Miller y con su camiseta podía no traer el sostén que últimamente me incomodaba siempre.

—¿Qué estamos viendo? —le pregunté al localizarlo en su habitación, admito que la casa que tiene aquí Miller es bonita y muy espaciosa aunque eso quizás se deba a que casi no hay muebles.

—Como eres mi invitada pensé en ponerte mi película de superhéroes favorita.

—¿Y esa es? —mi pregunta lo hizo sonreír e ir por una almohada en forma del escudo del capitán américa, oh, rayos. Kian, no.

—No me digas eso, por favor, tú no—me quejé dramáticamente.

—¿Qué? El Capitán América es un héroe ¡Y es el mejor!

—Lamento no estar de acuerdo, o sea ¿Has visto a Iron Man? Ese es el verdadero superhéroe.

—Pero claro que no, mira. Tienes que poner atención a la película.