Capítulo 31

21.2K 1.4K 130
                                    

Will

—¡William Darlos Miller!—escucho a mi sorella gritar, evito llegar a la cocina con mi pequeño sobrino Kian siguiendo mis pasos—, más vale que devuelvan ese pastel a su lugar—escuchamos claramente que viene tras de nosotros así que corremos con más fuerza para llegar a la que era la habitación que compartía con Nico, cuando éramos pequeños.

—Zio ¿Por qué se enoja si es mi pastel y es por mi cumpleaños? —el pequeño pone la silla en la perrilla de la puerta aunque no entiende mucho de la situación.

—Recuerda bambino que adelantamos tu celebración de cumpleaños porque irán de vacaciones a la playa con Ems, tu tío Jordan y el pequeño James Trevor.

—Me encanta pasar tiempo con la tía Ems y el tío Jordan y jugar con James es muy divertido, pero si este es mi cumpleaños mamá no tendría que quitarme el pastel.

Miro el plato que tengo en las manos, no es un pastel completo, de hecho es solo un piso de pastel y es uno pequeño, lo vi muy tentado cuando mamá estaba horneando el pan y como los terribles tres aún no llegaban sabía que tenía que apoyar a mi bambino a conseguir lo que quería.

—Vamos a hacer esto—le sugiero—, comete este diminuto pastel y yo me encargo de las Miller mayores—creo que no le duró mucho la culpa porque todavía no termino de hablar y él ya está chupándose sus deditos por el chocolate.

—Me parece perfecto, pero ¿A qué hora llega mi zia Brooke? Ella seguramente puede calmar más rápido a mi nonna, ella y mi mamá ya quieren verla de nuevo.

—En unos momentos, dale tiempo, acompañó al señor Hitman a un pendiente que tenía.

—¿El señor Hitman es tu jefe? ¿Por qué mi zia Brooke prefiere ir con él que estar conmigo? —me acomodo en una de las camas individuales que hay en esta habitación, se puede ver claramente la división de su lado y el mío.

Por parte de Nico se ve todo muy vacío, sus libros están sobre la mesa de estudio y sus colores son oscuros, de mi lado claramente todo está perfectamente acomodado y dominado por colores muy neutros, pero completamente lleno de detalles como fotografías, reconocimientos y muchas recortes de periódicos que llamaban mi atención, a pesar de tener años fuera de esta casa nuestros padres nunca nos han quitado nada de nuestras habitaciones

—Lo siento, me distraje un poco y sí, el señor Hitman es mi jefe, pero no es que lo prefiera, lo que pasa es que ella lo quiere como si fuera un padre y necesitaban hablar de algunas cosas.

—Ohhh... Entonces cuando llegue quiero...—no me termina de decir porque escucho el grito de mi hermano Marcos pidiendo que le abramos la puerta.

—Chicos, mi sorella ya se entretuvo con las decoraciones, pueden salir—el pequeño Kian abre la puerta un poco solo para asegurarse de que lo que dice mi hermano es verdad.

—¡Libertad! —sale gritando incluso dejando de lado el plato con un pequeño pedazo de pastel. Me río porque casi se lo acabó.

—Ese niño va a ser el dolor de cabeza de nuestra sorella—me dice Marcos acomodando sus lentes de montura negra, no los suele usar muy seguido solo cuando tiene sus dolores de cabeza, pero necesita seguir estudiando.

—¿Te sientes bien?

Suelta un suspiro pesado, pero simplemente asiente con su cabeza—Estoy bien y no vayas a empezar como mi bonita porque si estuviera mal yo sería capaz de ir con un doctor.

Infantilmente quise molestarlo por llamar a su mejor amiga "mi bonita", pero como sé que es un terco peligro y la deje de llamar de ese modo solo por burlarme y sé que a Ada le encanta, aunque, todo lo que venga de mi hermano menor le fascinas así que tampoco creo que sea muy especial.

Todo lo que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora