𝐀𝐦𝐧𝐞𝐬𝐢𝐚|𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢

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No habían pasado ni 12 minutos, y Baji-san había acabado con todos esos tipos. Chifuyu todavía estaba tirado en el piso de rodillas mirando a todo lo que había pasado a su derededor.

Baji piso la cabeza le uno de ellos y alzó su mirada hacia los demás.

-¡Escuchen, imbéciles!-los hombres más grande lo miraron con terror después de la paliza que les había metido.

-Si golpean uno de mis amigos, mi pandilla entera vendrá por ustedes, y que no se les olvide-señaló a Chifuyu-Ese tipo es mi amigo.

Chifuyu abrió sus ojos como platos y en un abrir y cerrar de ojos todos esos hombres salieron corriendo como cucarachas. Corrí hacia Baji-san, había sacado un pañuelo de mi bolsillo.

-Tu cara está llena de... Sangre-limpié cuidadosamente su rostro.

Tomó mis muñecas cuidadosamente para apartarlas de su rostro.

-No es nada, estoy bien. Esos bastardos se lo merecían-sonrió. Negué con la cabeza.

-Aún así, tu cara es todo Baji. ¿Si pasa un policía y te ve con esa sangre chispeada?

Rodó los ojos sabiendo que tenía razón. Seguí limpiando cada mancha de su cara, incluso, apreté su corbata. Cuando levanté mi mirada hacia él un leve sonrojo pintó sus mejillas, en ese momento nuestras miradas se cruzaron y seguíamos allí, sin movernos.

Chifuyu carraspeó.

-Gracias por...

-No es nada-se separó inmediatamente de mí y dió unos pasos hacia adelante-¿Quieren ir por Yakisoba? Tengo en mi casa-sonrió.

Chifuyu lo miramos embelesados, la luz del sol cada vez era más brillante. La luminosidad dorada hacían que su rostro resplandeciera como el rostro de un ángel. Ambos asentimos y fue cuestión de minutos llegar a unos bloques de apartamentos que quedaban cerca.

Para mí sorpresa Chifuyu y Baji vivían en el mismo complejo de apartamentos.

-¿Es en serio?¿No se conocían y vivían en el mismo edificio?

Rascaron sus cabezas y silbaron dudosos.

-Supongo que soy despistado-agregó Chifuyu.

Suspiré y sin más entramos al hogar de Baji.

Era un lugar acogedor, extremadamente impecable, tenía su toque japonés pero era muy bonita.

Se escuchaba alguien en la cocina.

-¿Keisuke?¿Llegaste temprano?-cerró la llave de los platos, una mujer de cabello negro con el mismo rizo de Baji-san se asomó hacia nosotros.

-Oh, vienes acompañado-sonrió mientras secaba el plato que tenía en sus manos, estaba detrás de Chifuyu por lo cuál me buscó por la mirada, al verme abrió sus ojos con sorpresa-¡Y traes a una chica!-chilló.

-Mamá no es lo que...

Lo abrazó.

-¡No sabes lo mucho que pensé que ibas del otro lado mi niño!¡Nunca me hablaste sobre que te gustaba alguna chica y ahora...!-Baji se avergonzó.

Dí un paso adelante, de verdad era bastante incómodo pero también gracioso.

-Señora...-hice una reverencia-Soy la tutora de Baji-san, Sutori ______;voy a ayudarlo con todo lo que no entienda en la escuela y me siento honrada de que me vea de esa forma pero en realidad soy la tutora de su hijo-las palabras salieron en automático.

¿Cómo que me siento honrada?

Soltó a Baji, se sonrojó de la vergüenza.

-Ohh...¡Mil disculpas!-hizo alrededor de mil reverencias de los nervios.